El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha firmado recientemente la declaración de emergencia de la contratación de las obras para actuar de forma urgente en la reparación del muelle de atraque del Puerto de Órzola. En los trabajos, que comenzaron esta semana y se prolongarán algo más de tres meses, se van a invertir 332.420 euros para garantizar la seguridad del puerto que conecta Lanzarote con la isla de La Graciosa.
Los trabajos han comenzado con la retirada de escombros y otros elementos del fondo del muelle para proceder a la reparación del cantil (borde) del muelle en las próximas semanas. La obra a ejecutar consistirá en adosar al paramento actual un nuevo cantil en paralelo al existente con capacidad portante propia que una vez construido apuntale el anterior, que quedará detrás del nuevo. Además, se va a consolidar el subsuelo de la explanada existente sobre el muelle con inyecciones de hormigón.
El cronograma que han establecido los técnicos para ejecutar esta obra de emergencia es el siguiente: enrasar con hormigón el pie del muelle actual, retirando escombros y picando; colocación de elementos en forma de “T” auto-portantes dispuestos en filas para crear el nuevo cantil; y por último, hormigonado en trasdós para formar un conjunto monolítico.
Se ha elegido esta opción al considera que" estos trabajos, en comparación con la reconstrucción, son más rápidos y limpios, ya que la mayoría de los elementos son prefabricados y los medios técnicos necesarios "más ligeros y silenciosos para la población vecina que las excavadoras y camiones", según el Gobierno de Canarias. Además, se afirma que "la afección a las navieras que conectan a las dos islas también es menor por ser muy concreta y limitada la zona donde se desarrollarán los trabajos, por lo que podrá mantenerse el servicio entre Lanzarote y La Graciosa sin dificultad.
Esta obra se planifica tras comprobar los técnicos de Puertos Canarios un "descalce puntual" en el muelle que, "sin embargo, no suponía ningún riesgo para la operativa normal del muelle durante los meses de julio y agosto". Finalmente en el mes de septiembre, se produjo "un nuevo desplome en la cimentación ocasionado por la antigüedad de las instalaciones, su técnica constructiva y acelerado por el flujo constante de agua a través del dique y por la acción de las hélices", que erosionó el hormigón del cantil actual del muelle y el descalce de la infraestructura. Ante esta situación, los técnicos decidieron poner en marcha una actuación urgente "para evitar el riesgo de colapso y desplome de la estructura del muelle de atraque".