El Colegio de Abogados de Lanzarote ha vuelto a sufrir una baja y se ha quedado de nuevo sin vicedecano. El cargo era ocupado desde hace cinco meses por Eugenio Antonio Seoane-Chanes Castiñeira, que llegó a este puesto tras la renuncia de 7 de los diez letrados que formaban la Junta de Gobierno del Colegio. Sin embargo, ahora ha dejado esta responsabilidad y el puesto ha vuelto a quedar vacante.
Seoane-Chanes también era coordinador del Turno de Oficio, aunque en este caso será reemplazado de forma provisional por el abogado Ignacio Herrero Ortiz, según ha comunicado el Colegio a los letrados de la isla.
Los problemas en la Junta se hicieron públicos justo dos años después de las elecciones donde fueron elegidos sus miembros. Esas elecciones se celebraron en diciembre de 2013 y en el mismo mes de 2015, renunciaron siete de los diez integrantes de este órgano. Al presentar su dimisión, estos letrados reclamaban nuevas elecciones para renovar este órgano. Sin embargo, el decano Carlos Viña rechazó la posibilidad de dimitir y la situación se resolvió con la incorporación de siete nuevos letrados, entre los que se encontraba el que ahora la acaba de abandonar.
Solo dos letrados continuaron junto al decano
Junto a Viña, en su momento solo siguieron en sus puestos los abogados Rosa García y Santiago Ruiz Menéndez. A ellos se sumaron en febrero de este año Antonio Eugenio Seoane-Chanes como diputado primero, Lexly Johana Llanos diputado cuarto, Salvador Martínez, diputado quinto, Miguel Barreto diputado sexto, Francisco González como tesorero e Ignacio Herrero como bibliotecario contador.
Por su parte, los abogados que abandonaron fueron Raquel Socas Vega, Agustín Márquez Cabrera, Arielh Guadalupe Páez, Leticia María Grimón Rodríguez, María Teresa Borges Martín, Magdalena Nieto Fajardo y Nieves Sánchez Ferrer. Todos ellos firmaron una carta en la que cuestionaban la labor realizada por el decano
"Tomamos posesión de nuestros respectivos cargos con toda la ilusión y todas ganas posibles de trabajar por y para el colectivo que había depositado su confianza en nosotros, pero poco a poco esa ilusión y esas ganas fueron desapareciendo", señalaban en ese escrito. Entre otras cosas, hablaban de "falta de unidad" y de "muchas decisiones" que se habían adoptado sin contar con ellos.
Por su parte, Viña negó entonces estas acusaciones. "Resulta paradójico que se hable de falta de consenso y que lo manifiesten siete personas que representan una mayoría importante en un grupo de diez. El sistema no permite falta de consenso. Las decisiones se toman en junta por mayoría. La mayoría es la que prima", sostuvo el decano tras conocer estas dimisiones, que calificó como "sorpresivas".