-El otro día vimos en Televisión Española un programa en el que se repasaban los grupos que han hecho historia en el panorama musical de nuestro país y aparecía Amistades Peligrosas. ¿Se sienten como un grupo que ha tenido un peso realmente importante en el panorama musical de nuestro país?
-Bueno, nosotros nos sentimos como trabajadores de la música, gente que ha hecho aquello en lo que ha creído. Yo creo que sí hemos tenido un estilo bastante particular y personal que es lo que creo que hace también que un artista perdure en el tiempo y que deje al menos un poquito de huella. Esa es la clave para cualquier creador, hacer algo diferente y con personalidad propia, que sea en lo que crees y un reflejo de lo que tú eres y sientes.
-Realmente fue una apuesta arriesgada lanzarse con ese sonido y una imagen barroca. ¿Cómo surgió plantearse el proyecto?
-Surgió de una relación primero de pareja que nos conocimos, nos enamoramos, empezamos a vivir juntos nada más conocernos y al poco tiempo se nos planteó la historia de hacer el dúo juntos, cada uno tenía sus carreras en solitario y decidimos sumar fuerzas con miedo por parte de los dos porque éramos personas con caracteres muy fuertes y éramos como muy diferentes, veníamos de historias musicales distintas. Pero creo que parte del éxito fue el riesgo y esa forma tan peculiar de sumar dos personalidades tan diferentes. Salió un producto de mucho fuerza y curioso donde convivían canciones como ‘Estoy por tí' o ‘Me haces tanto bien' con un tono erótico con canciones como ‘Africanos en Madrid' que denunciaba la situación de racismo.
-Uno tiene la sensación de que fueron cambiando el estilo. Al principio tenían una música más sensual, divertida y erótica y luego pasaron a temas más sociales. ¿Esto les hizo aumentar fans o que los aficionados a los primeros discos quedaran un poco perplejos ante el cambio?
-Siempre dentro del grupo luchaba más por la parte de que la música, además de servir para mover los pies y de tener un componente lúdico, también era fundamental contar cosas ante el privilegio de estar ante miles de personas que te escuchaban. Y también creo que era fundamental contar cosas en nombre de muchas personas invisibles y situaciones injustas. Amistades fue creciendo musicalmente y también fue también un poco el motivo de que yo me fuera del grupo, porque quizá llegó un momento que quería hablar porque estaba implicada en muchas cuestiones sociales y no entendía la música sólo como algo lúdico.
-Durante unos años se separan e inician carreras en solitario. Luego se dan una segunda oportunidad como grupo. ¿Cómo lo vivieron ustedes y cómo cree que lo vivió la gente?
-La verdad que fue un flash porque fue todo a lo loco. Los fans se llevaron un gran disgusto, estuvieron durante mucho tiempo pidiéndonos que volviéramos. Creo que con el tiempo queda lo bueno y teníamos la asignatura pendiente de disfrutar de aquello que habíamos vivido. Quizás nos devoró tanto por todo lo que supuso de éxito de no poder verlo ni disfrutarlo sino que era todo una vorágine que creo que la segunda oportunidad fue vital para los dos por la madurez para volver y disfrutar juntos.
-Hace unos meses llamó al atención cuando su compañero Alberto Comesaña se presentó al concurso Supervivientes y se dijo que estaba tan mal l mundo de la música y había que abrirse camino por otras vías. ¿Es difícil subsistir en un mundo de ‘triunfitos'?
-Pues sí, la verdad es que la música está pasando por una crisis muy fuerte, con muchos aspectos discutibles pero hay una falta de visibilidad de otras ofertas musicales que creo que el tema de Operación Triunfo con todo el respeto a toda la gente y a los chicos y chicas que por supuesto tienen un sueño y tienen todo el derecho del mundo a sacarlo, lo que no se puede hacer es como en una televisión pública poner un producto concreto donde no se puede engañar a la gente y hacer creer que a un artista lo construyes en tres meses a base de un cursillo. Artista es mucho más que alguien que sabe cantar o que es guapo. Artista es una vocación, tiene que arrastrar una experiencia para tener cosas que contar. Es un momento en el que el trabajo y los derechos del autor están siendo violados con la piratería por lo que las compañías han entrado en crisis y no apuestan por cosas nuevas. Es fundamental que se haga una apuesta por la música entendida como cultura, por una protección institucional y una recuperación por parte del público de la música como un elemento a cuidar.
-Últimamente se la ve vinculada a temas sociales como las mujeres maltratadas o el pueblo saharaui. ¿Ha hecho de estas causas el motor de su vida?
-Tenía desde hace muchos años el sueño de poder juntar a las mujeres de mi profesión por la fuerza que podíamos tener como colectivo y ponerle voz a las miles de mujeres españolas que en este país están sufriendo la violencia en sus hogares y encarar un compromiso con nuestras imágenes y nuestras voces de denuncia de la situación pidiendo una ley contra la violencia. Ese sueño se cumplió en 1999 y a partir de ahí hemos hecho un trabajo juntas y hemos ido a otros espacios del mundo para gritar muy fuerte que no a la cultura de la violencia.
¿Qué es lo que vamos a ver en ese concierto?
-Vais a ver un repaso de lo que ha sido la historia y carrera de Amistades con muchas canciones que esperamos compartir y corear con el público, luego hacemos un apartado con dos o tres canciones que cada uno llevamos como regalo a la gente. Yo llevo una canción de mi tierra asturiana que es una nana en bable y otra que se llama ‘Luca' sobre los malos tratos. Alberto también hará su parte personal y luego irmeos cerrando con ritmos árabes y cerramos con ‘Africanos en Madrid' que es como nuestro himno.