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Nacer en casa

En países como Alemania o Reino Unido es común. De hecho, la seguridad social de algunos estados (Gran Bretaña, Holanda o Finlandia) contempla y cubre esta posibilidad. Sus hospitales están diseñados para que la parturienta ...

Nacer en casa

En países como Alemania o Reino Unido es común. De hecho, la seguridad social de algunos estados (Gran Bretaña, Holanda o Finlandia) contempla y cubre esta posibilidad. Sus hospitales están diseñados para que la parturienta tenga un entorno agradable con música de ambiente, luces tenues, bañeras de relajación y parto, sillones adaptados para dar a luz en posición vertical o barras altas de sujeción para facilitar la expulsión.

En Lanzarote existe la posibilidad de dar a luz en casa, de cuclillas, en la bañera o como se quiera, bajo supervisión de una matrona que trabaja en el ámbito privado. La embarazada también puede vivir las contracciones con su familia y acudir al final del proceso al centro hospitalario. Angelika Buchholz es comadrona titulada, atiende en los domicilios y acompaña en el hospital. Su deseo es tener un contacto más cercano y ampliar la colaboración con los profesionales de los hospitales para 'humanizar' entre todos el servicio.

Colaboración con el hospital

En opinión de Buchholz, en Lanzarote se presta una atención adecuada teniendo en cuenta los recursos materiales y humanos que dispone la Isla en Ginecología y Obstetricia. Su trabajo, aclara, no supone una contraposición a la labor del hospital sino, al contrario, un servicio complementario que da opción a la embarazada de parir en compañía y en un ambiente armonioso.

Antes del parto, la comadrona ofrece una serie de servicios a la embarazada que van desde cursos de natación hasta gimnasia y ejercicios relacionados con la técnica respiratoria, pasando por la acupuntura preparatoria para el parto o el aprendizaje para llevar al bebé en pañuelo, por ejemplo. El acompañamiento desde la primera contracción hasta entrar en la sala de partos, en el caso de que se desee parir en el hospital, es también posible.

Contracciones en el agua

Debbie Ibrahim reside en Lanzarote y explica su experiencia del parto en agua templada en un centro hospitalario público de Inglaterra hace diez años. "Es el mejor día de tu vida y es genial que se pongan las condiciones para disfrutar de este proceso. Fue todo muy natural, estuve mucho tiempo en el agua y fue maravilloso, me encantó esa experiencia, con música suave y luz tenue, algo diferente al primer parto, que no había sido con agua".

Al testimonio de Debbie Ibrahim, que había tenido un primer parto provocado y más complicado que el segundo, sumamos la experiencia de Bettina Cieslinski, embarazada de 26 semanas y con un parto anterior en la Isla con cesárea programada debido a una presentación de nalgas. En este caso, está siendo atendida, además de la Seguridad Social, por el servicio de Angelika Buchholz.

Relación cercana

Según Cieslinski, "lamentablemente, en la Seguridad Social hacen lo que pueden y no hay mucho tiempo para charlar y plantear preguntas. Con Angelika hay una relación más cercana, consulto todas las dudas y aclaro cosas que no entiendo. Quiero que esté en el proceso de contracciones, es lo perfecto, preparar todo con alguien experto y luego estar allí, en el parto".

La confianza y la tranquilidad, además de la seguridad que aporta contar con información exhaustiva del proceso del embarazo, parto y postparto, reconfortan a mujeres como Bettina Cieslinski, quien señala que los masajes, las técnicas de respiración y las sesiones de acupuntura le han ayudado mucho a llevar un embarazo con varios meses de vómitos y náuseas.

Las sesiones que recibe por parte de la comadrona comienzan en un entorno de alfombras y cojines, con colores suaves y luces agradables que facilitan la exploración táctil para ver la colocación del bebé. La suavidad de movimientos y los comentarios en voz baja relajan a Bettina y la preparan para escuchar el corazón del bebé de forma totalmente nítida. Un aceite de ciprés, geranio, caléndula y pomelo, entre otros ingredientes, ayuda al inicio del masaje de la barriga en crecimiento.

El masaje da paso a una pequeña visualización y meditación "para que la madre pueda sentir de forma más cercana al niño y pueda sentirse también como el propio bebé", explica la comadrona.

En algunas sesiones se realizan además ejercicios posturales con una pelota de gran tamaño que es utilizada también para las indicaciones sobre la respiración más adecuada al objeto de "reducir el dolor de las contracciones, relajar los músculos y recibir energía agradable", añade Angelika Buchholz.

Cuidado del embarazo

Los servicios que ofrece Buchholz consisten en la preparación del parto con "la relajación y balance con prácticas de percepción corporal, gimnasia y ejercicios relacionados con la técnica respiratoria adecuada para poder disponer el parto de forma autónoma". Además, se imparten cursos de natación "adecuados e individualizados para las necesidades de la embarazada y cursos de pañuelo para llevar al bebé con aligeramiento y alivio para los padres en una práctica que aporta seguridad y bienestar del bebé".

A partir de la semana 34 del embarazo y hasta el parto se pueden desarrollar sesiones de acupuntura una o dos veces a la semana. "Estas sesiones ayudan al acortamiento del parto de dos a tres horas, gracias a la relajación del canal del parto, y supone una influencia positiva con recomendaciones frente a las molestias como ácido, insomnio, edemas o dolor", explica la comadrona.

Ésta lleva a cabo también un seguimiento después de la estancia hospitalaria, del parto ambulante o del parto en casa, con ayuda y orientación en el cuidado del bebé y el control del proceso de regresión del útero. Aporta a su vez consejos sobre la lactancia materna y la alimentación en general, así como la vigilancia de posibles hemorragias, curas y control del estado general con gimnasia posterior para el fondo pélvico.

Cuando el bebé llega a la familia existe la posibilidad de acceder a cursos de contacto e intercambio de impresiones con otras madres, así como al Programa de Praga PEKip para que los padres tengan pautas para jugar con sus bebés desde las seis semanas de su nacimiento con más de cien actividades y juegos orientados a la exploración corporal, la expresión, el tacto y el desarrollo de su autonomía. A esto se le agrega el masaje para bebés según las técnicas desarrolladas por el doctor Frederik Leboyer, una de las figuras claves en la historia contemporánea del parto.

"Los masajes dan bienestar al bebé a partir de los ocho semanas. Necesitan estar mimados y acariciados. Es un buen ejercicio", comenta Angelika Buchholz, quien recuerda que también es recomendable la natación infantil "para disfrutar juntos del contacto con el agua de una agradable temperatura o el desarrollo de la percepción del propio cuerpo, del equilibrio y la motricidad".

UN 87 % DE NACIMIENTOS SIN COMPLICACIONES

La revista médica Bristish Journal publicó recientemente un estudio realizado en el año 2000 sobre 5.418 mujeres que dieron a luz en casa y las más de 400 matronas que las atendieron en Canadá y Estados Unidos. De esta cantidad, el 87 % de los partos no tuvieron complicación alguna y trascurrieron con total normalidad.

Cesáreas:

Según el estudio, en casa, el traslado a hospital y el recurso a cesáreas se situó en el 3,7%. En partos de bajo riesgo en el hospital, el 19% de ellos acabó en cesárea.

Satisfacción:

Un 97% de las madres que parieron en su casa se mostraron "muy satisfechas o extremadamente satisfechas" con los cuidados recibidos por parte del profesional que les atendió. Como dato añadido, seis semanas después del parto el 95,8% de las mujeres que habían dado a luz en su casa seguían amamantando y el 89,7 % de ellas en exclusiva.

Episiotomías:

Según el estudio de British Journal, en casa las episiotomías se redujeron a un 2,1%, frente al 33% del hospital.

(Información extraída de la asociación El Parto Es Nuestro: www.elpartoesnuestro.es)

RECOMENDACIONES DE LA SEGO

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que actualizó sus recomendaciones en 2007, señala ?entre otros aspectos- que "el manejo más fisiológico del expulsivo debería ser el de esperar a que la mujer sienta ganas de empujar. Si los pujos son efectivos, se dejará que los haga de la forma que ella desee para su comodidad, facilitando en el momento delexpulsivo, la visualización del periné para protegerlo adecuadamente".

Agrega que "en función de las disponibilidades de cada centro, valorar la posibilidad de dar a luz en el paritorio o si la mujer lo desea, en la silla de partos o en la cama. Dar opción a que la mujer adopte la posición que desee durante el expulsivo, siempre que se respeten los principios de calidad asistencial y control del estado fetal".

SEGO aclara que durante los últimos tiempos "se está produciendo en nuestro país un cambio conceptual, tanto en la asistencia obstétrica en general como en la asistencia al proceso del parto en particular. Este cambio tiene como eje fundamental que la gestante sea el centro de la asistencia recibida".

OPCIÓN DE PARTO NATURAL EN GALICIA

Todos los hospitales gallegos ofertarán en 2009 el parto natural o humanizado a todas las mujeres que lo deseen, una vez que dispongan de la información y formación adecuada, según las previsiones de la Consellería de Sanidade. Así lo destacó el coordinador del programa de parto humanizado y de la Guía de atención al parto normal, puerperio y lactancia materna, Iñigo Montesino, en abril pasado, quien recalcó que en la actualidad son los Hospital Virxe da Xunqueira, en Cee, y de O Salnés (Pontevedra) los que ofertan esta prestación en Galicia.

Según una información publicada por el periódico La Opinión de La Coruña el 27 abril, en los hospitales donde existe esta opción se facilitan a las embarazadas bañeras de relajación y una cama que posibilita parir en vertical o en la posición "más cómoda" para la mujer. Se trata, según dijo Montesino, de abordar el parto como "un proceso fisiológico", frente a la costumbre de hacerlo "como una enfermedad". Montesino explicó que se prevé aprobar estos meses una guía técnica que recoge "criterios de calidad o mínimos" de atención al parto, apoyo a la lactancia y puerperio, para su posterior implantación en los hospitales de la red del Servizo Galego de Saúde con el objetivo de que "haya equidad en la asistencia".