"Fue una decisión voluntaria sobrevenida por una situación de trato, o de maltrato si lo queremos llamar así, o por lo menos un trato no adecuado a lo que yo entiendo que debe ser el trabajo en un equipo". En estos términos ha explicado este lunes Mónica Álvarez las razones que motivaron su baja de Coalición Canaria y su renuncia como consejera del Cabildo. La ya ex consejera ha incidido en sus desavenencias con el presidente de la institución, Pedro San Ginés, pero ha dejado claro que no urdió "ninguna trama para quitar al presidente". "Se confunden de plano quienes pronuncian ese argumento", ha asegurado.
"No solamente me mandó callar en varias ocasiones, sino que además, delante de 200 personas, apostilló que yo mentía", ha dicho Álvarez en Radio Lanzarote- Onda Cero. Se refería al comportamiento del presidente del Cabildo durante la reunión que Álvarez y San Ginés mantuvieron con el colectivo de cazadores, cuando ella todavía gestionaba este área. Sus desavenencias y tensiones con el presidente del Cabildo fueron precisamente las que motivaron su decisión de abandonar las áreas que gestionaba en julio de 2013 y las que, finalmente, han propiciado su marcha de la institución y del partido.
"Lo único que pedía era un trato de respeto, un trato de cordialidad y de compañeros", ha afirmado la ex consejera. El desplante de San Ginés en esa reunión con los cazadores fue para Álvarez "la gota que colmó el vaso". Ante esta situación, la hasta hace poco militante de CC asegura que trató de solventar el problema directamente con el presidente, sin éxito. "Yo misma fui a hablar con él para tratar de poner luz en este asunto, me dijo que la aritmética era otra y que él no me la iba a explicar. Que mejor me estuviese calladita fue una de sus frases", afirma.
Lo que siguió a esta situación fue un año y medio de constante tensión con sus compañeros de partido. Desde que presentó su dimisión de las áreas que dirigía, Álvarez asegura que sus compañeros no contactaron con ella "hasta octubre de 2013", tres meses después, para contarle "qué asuntos iban a tratar". En ese momento la tensión entre Álvarez y el resto del partido alcanzó uno de sus puntos álgidos, dado que la consejera votó por libre en diversas ocasiones, rompiendo la disciplina de voto de Coalición Canaria. Su oposición a algunas medidas, junto con el voto en contra que en varias ocasiones emitió también Sergio Machín, paralizó algunas iniciativas del partido. "Tenía que hacer un voto, el mismo que hubiese hecho sentándome con ellos, en conciencia con lo que yo creo que eran los intereses de la organización política", ha dicho sobre esta cuestión Mónica Álvarez.
"No me planteé ninguna moción de censura"
La ex consejera se ha defendido también de las acusaciones de haber querido apartar a San Ginés de la presidencia. "No me planteé personalmente ninguna moción de censura. Y lo del cambio de presidente, yo no es que urdiera ninguna estrategia de cambio de presidencia del Cabildo, porque lo que tenía claro era que era miembro de una organización política que iba a seguir defendiendo donde estuviera y, si no, me iba como he hecho y dejaría el acta", ha expuesto.
Álvarez ha explicado que sí trató de impulsar conversaciones para solventar la situación, porque tenía la seguridad de que esto no ocurría "única y exclusivamente" con ella. "No quería llevar a una pérdida de las posibilidades de CC, sino que entre todos construyéramos, que se hablase con él y que fuese una persona que entrara a sentarse a dialogar, a ver dónde estaban las diferencias", ha dicho.
La ex consejera ha afirmado que siempre está "dispuesta al consenso", pero afirma que tampoco "pone la cara". "Pongo la cara una vez y te abofetean, dos veces y te abofetean, a la tercera ya pongo la baja", ha zanjado.
Álvarez ha hecho hincapié además en que su sueldo mientras fue consejera liberada del Cabildo era pagado por el Ayuntamiento de San Bartolomé, donde ha sido técnico durante 14 años y donde volvió tras renunciar a sus áreas de gestión en el Cabildo. "He hecho todos los esfuerzos por sentarme con el grupo, por llegar a acuerdos, tratar asuntos con vecinos, con ciudadanos que venían… y todo fuera de mi jornada laboral, que quede claro, todo por mi voluntad de participar en política. No cobraba un céntimo de salario por hacer esa labor", ha recalcado.