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Los vecinos de San Bartolomé celebran por todo lo alto la festividad del Santo Patrón

Después de siete años cerrada al culto, la restaurada iglesia de San Bartolomé ha lucido este miércoles sus mejores galas para celebrar con toda la comunidad cristiana la ...

Los vecinos de San Bartolomé celebran por todo lo alto la festividad del Santo Patrón

Después de siete años cerrada al culto, la restaurada iglesia de San Bartolomé ha lucido este miércoles sus mejores galas para celebrar con toda la comunidad cristiana la solemne misa en el día grande de las fiestas. A las 12.00 horas ha dado comienzo la misa, que ha estado auxiliada por los once sacerdotes y presidida por el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Haría, Pablo Prieto, encargado también de explicar la homilía.

La parte musical ha estado a cargo del cuerpo de cuerdas de la agrupación Guadarfía, que han contado con el acompañamiento de las voces del coro, dirigido por José Hernández. La iglesia se ha quedado pequeña para recibir a tantos feligreses. Incluso muchos de ellos han tenido que conformarse con escuchar la misa de pie o desde la plaza, de lo abarrotado que estaba el templo.

Las autoridades municipales también han participado en esta celebración. La representación municipal la ha encabezado la primer edil del Ayuntamiento de San Bartolomé, María Dolores Corujo, que ha asistido por primera vez como alcaldesa de la localidad a esta celebración religiosa.

La iglesia ha lucido para la ocasión tres elegantes lámparas, que le han dado una gran vistosidad a la única nave central que tiene el templo. Una vez finalizada la santa misa, la imagen de San Bartolomé ha recorrido las principales calles del pueblo, acompañada de todos los vecinos, que han lucido sus mejores galas dada la importancia del acto.

Al Santo Patrón también le han acompañado todos los sacerdotes oficiantes y las autoridades, así como la banda de música, que ha tocado sus mejores acordes. Entre los asistentes, también ha estado el ex alcalde del municipio, Marcial Martín.

Tras la procesión, los vecinos, como es costumbre en el pueblo, se han reunido con la familia en torno a la mesa para disfrutar de una comida especial.