Los administradores judiciales de la empresa pública de aguas Inalsa asumieron en enero pasado la necesidad de regularizar la situación de las desaladoras ilegales. Así lo decían en el plan de viabilidad presentado al juez junto al expediente de regulación de empleo (ERE) para la empresa.
En ese plan de viabilidad, obligado al presentar un ERE, los administradores reconocían la existencia de desaladoras que producen una media de 5.000 metros cúbicos al día, aproximadamente el ocho por ciento de la producción anual. El plan admite que en bastantes casos se podrían eliminar esas desalinizadoras. Se considera en dicho plan que la cifra de negocio estimada por la venta de agua de esas plantas es de 4.745.000 euros.
Señala el plan, textualmente, que "es necesario instar al Consejo Insular de Aguas a que regularice esta situación que está provocando un encarecimiento del precio del agua debido a que los gastos fijos del servicio deben ser soportados cada vez en mayor porcentaje por la tarifa doméstica".
Según el trabajo de campo realizado por la propia Inalsa y el Consejo Insular de Aguas, en Costa Teguise hay quince plantas potabilizadoras en otros tantos hoteles y apartamentos, mientras que en Playa Blanca hay veintiuna. También hay cerca de una decena en Puerto del Carmen, así como en un puerto deportivo, en el aeropuerto, en una explotación agrícola y en un complejo de ocio de Yaiza.
Muchas de estas plantas tienen abierto expediente de inicio de legalización en el Consejo Insular de Aguas. Algunas tienen un convenio firmado para su funcionamiento, otras están legalizadas, según el propio Consejo Insular, otras están en trámite y a otras se les denegó expresamente la autorización.
Otro grupo de desaladoras en hoteles ni siquiera aparece registrado en el Consejo Insular de Aguas y algunas plantas incluso abastecen a otros hoteles. Independientemente de su situación: legalizada, denegada o sin expediente, todas están funcionando. Hasta el momento no ha trascendido que se haya solicitado el cierre de ninguna de las plantas.
El Consejo lo reconoce
El propio Consejo Insular de Aguas hacía pública una nota el pasado 25 de mayo en la que recordaba, respecto a una de las plantas desalinizadoras del plan parcial Montaña Roja, que "la autorización concedida a Club Lanzarote es temporal, tiene un límite de producción, conlleva controles periódicos de calidad y debe destinarse exclusivamente al autoconsumo, estando prohibida la venta a terceros.
Recordaba el Consejo que "tanto el Plan Hidrológico como el propio Plan Insular de Ordenación favorecen la insularización del servicio de abastecimiento de agua, por lo que en Lanzarote está prohibida la instalación de plantas desaladoras privadas, salvo causas excepcionales".
ACN Press
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