Después de que el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, anunciara esta misma semana que la subvención al transporte marítimo y aéreo de viajeros entre las Islas y la Península subiría del 38 al 45 por ciento a partir del 1 de enero de 2006, de acuerdo con el proyecto de presupuesto del Estado, son varias las críticas desde Canarias que se han vertido contra la gestión tanto del Estado como de las compañías aéreas por entender que estas reducciones en los precios son "ficticias".
Este aumento de la subvención se producirá también en los vuelos interinsulares, pero el proyecto de presupuestos no incluye partidas para el transporte marítimo interinsular porque es competencia de la Comunidad Autónoma, según indicó Segura.
Así, diversos empresarios se preguntan cómo es posible que cueste menos venir desde la Península, con hotel incluido, que viajar por ejemplo desde una isla como Lanzarote a destinos como Bilbao o Barcelona.
El conocido empresario del sector de Agencias de Viaje y miembro de Coalición Canaria (CC), Juan Ferrer, entiende que no van a existir problemas en las bonificaciones en los vuelos interinsulares.
"Sus tarifas son de servicio público, y quien tiene que autorizar los aumentos es el propio Ministerio de Fomento", dijo en sus explicaciones al programa radiofónico Buenos Días Lanzarote.
Sin embargo, el verdadero problema se basaría, según Ferrer, en la aplicación de esas bonificaciones en los vuelos desde las Islas hasta la Península.
"Mucho nos tememos que ese incremento de la subvención del transporte aéreo no se vea reflejado en los vuelos desde las Islas a la Península, pues éstos no tienen la garantía de servicio público", con lo que las compañías pueden subir o bajar los precios, según les convenga", remarcó.
Ferrer dio fe de que hay incluso muchos casos de vuelos con destino a Europa en los que las tasas aeroportuarias son distintas entre sí en función a la compañía aérea con la que vuele el usuario.
"Veremos si finalmente las tarifas con la Península no aumentan", dijo. Para aplicar estas subvenciones, las compañías deben justificar posteriormente el importe del billete ante el Ministerio de Fomento, que les reingresa en colaboración con las arcas del Gobierno canario, los descuentos en base a la cantidad abonada por cada pasajero beneficiario de estas bonificaciones.
No obstante, el delegado del Gobierno indicó que en su opinión la Comunidad Autónoma no debería participar en la subvención al transporte, que debería corresponder íntegramente al Estado. Por tanto, el montante de lo que perciben luego las compañías por estos descuentos varía en función al precio de cada billete.
Doble insularidad, doble descuento
La subvención al transporte subió del 33 al 38 por ciento en el presupuesto de 2005 y se incrementa hasta el 45 por ciento en 2006, con intención de que en 2007 alcance al 50 por ciento.
Aunque en Lanzarote también preocupa qué institución es la que se hace cargo de reintegrar a las compañías dichos descuentos, bien el Estado en exclusividad o bien, como es el caso, bajo el sufragio tanto del Gobierno central como del autonómico, a los empresarios de la Isla lo que de verdad les colmaría sus expectativas sería un segundo filtro a la hora de aplicar esa subida del 38 al 45 por ciento de la reducción en el transporte aeroportuario de residentes canarios.
Así, el presidente de la Asociación de Agencias de Viaje se mostró partidario de un mayor grado de equidad entre las siete islas. "Deberían tratar de acercar más las islas más alejadas del resto", indicó.
Como ejemplo, Ferrer recordó que un pasajero que vuela desde Lanzarote a Gran Canaria paga hoy día 41 euros mientras que otro que va desde Tenerife a la Isla redonda abona sólo 32 euros, y el precio por un desplazamiento desde Lanzarote hasta La Palma cuesta unos 64 euros.
"El reparto debería ser más equitativo, tendría que existir algún tipo de descuento por parte del Estado para aquellas islas menores, y menos reducciones para los residentes de las capitalinas, que disfrutan de más y mejores medios de transporte y con menos distancia para alcanzar cualquier otro punto de Canarias", explicó.
El problema, seguramente, residiría en que si esta propuesta fuera elevada al Parlamento, nunca sería aprobada.