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IMÁGENES: Cedidas por Mercedes Fajardo y Daniel Lasso
"Pensamos en fusionar la producción agrícola de Lanzarote con cosméticos de alta tecnología". Ésta es la idea que tuvieron Mercedes Fajardo y Daniel Lasso para crear la empresa Lanzarote Natural, que combinan los productos de la tierra con cremas de alta calidad. El proyecto surgió después de que Mercedes tuviera un accidente de tráfico por culpa del cual pasó meses y meses en hospitales. La pareja supo aprovechar esta tragedia y este tiempo para fundar un negocio con "amor a la tierra lanzaroteña".
Lanzarote Natural comercializa cremas de aloe, de cactus, de vino o de leche de cabra de Tinajo, así como productos alimenticios como sal. "Todo de nuestra tierra", indican. Pero, además, están explotando un tipo de turismo activo, que respeta el medio ambiente. Cuentan con proyectos como "Apadrina Lanzarote" o "Nuestra Abuela en la Cocina", con los que pretenden que los visitantes conozcan "de verdad" las costumbres y tradiciones de Lanzarote.
Esta empresa vende ahora sus productos en bodegas de Lanzarote, en farmacias del resto de España y exporta a países como Alemania, Italia, Portugal o Francia. Además, se pueden adquirir los productos a través de la página web www.lanzarotenatural.com
Los comienzos
Mercedes Fajardo y Daniel Lasso, que viven en Tinajo, quisieron hace dos años "hacer algo" con "las tierras y agricultura" que tenían. "Pensamos en fusionar la producción agrícola de Lanzarote con cosméticos de alta tecnología", señala este lanzaroteño, que afirma que cuando lo planteó "la gente pensaba que estábamos locos".
Los comienzos fueron difíciles, pero encontraron personas dispuestas a ayudarles. "Fui al laboratorio Martínez Tapias, en Barcelona. Les conté nuestra idea de hacer cosmética con productos agrícolas de Lanzarote. Les encantó y nos la financiaron. Me dijo que cuando pudiera, le pagara", relata Daniel.
De esta manera, la empresa se puso en marcha. "Fue muy rápido. En seguida colaboró con nosotros Francisco, el dueño de la bodega Reymar, en Tinajo. Nos regaló vino y empezamos a producir crema con este caldo", afirman. Además, desde sus inicios contaron con el apoyo del presidente del Consejo Regulador de Denominación de Origen, Javier Betancort.
Con una empresa mucho más sólida, lograron que el Cabildo les autorizada para utilizar la distinción de Reserva de la Biosfera en sus productos y que la Consejería de Agricultura les dejara usar el sello de producto agrícola, convirtiéndose en "los únicos en la isla" con este reconocimiento. En este caso, también recibieron la ayuda de la ex consejera de Agricultura, Nereida Pérez.
Lanzarote Natural cuenta con una instalación de unos 15.000 metros cuadrados de tierra en Tinajo. Además, tienen varios almacenes, cedidos por los nietos del doctor José Molina Orosa, que eran antiguos secaderos de tabaco. "Los reformamos, pusimos ventanas y ahora están muy bien", explica Daniel.
Los productos
La cosmética es "la base" de Lanzarote Natural. Su sello característico es una parra deformada con aloe. Las cremas cuentan con una gama media y otra alta, con envase de metacrilato. Se utilizan para la cara, las manos y el cuerpo en general. "Innovamos con la agricultura de Lanzarote, con la gente del campo. El día de Canarias presentamos la crema de leche de cabra de Tinajo.
Además, el envase de esta crema está también en braille, que aunque cuesta mucho, creemos que todas las personas tenemos el mismo derecho y debemos vivir en igualdad de condiciones", resumen desde Lanzarote Natural.
Sus productos tienen muchas propiedades y son libres de parabenos. "El vino es uno de los mayores antioxidantes", explica este empresario, que además está experimentando con los "posos" que se quedan en las barricas, y está logrando unas cremas concentradas "buenísimas". "Lo hacemos con desechos que tiraban las bodegas", afirma.
Por su parte, la gama de cremas de leche de cabra, cactus o aloe son "sumamente hidratantes". "Casi el 80 por ciento del aloe y el cactus es agua. De hecho, cuando nuestros abuelos en los años 30 iban a Guatiza, Mala y Arrecife, los camellos comían tuneras para hidratarse", relata.
Saldelanzarote.com
Pero además de todos estos cosméticos, Mercedes y Daniel también han logrado poner en valor la sal de las salinas de Los Cocoteros, convirtiéndola en un producto gourmet. "Fuimos a hablar con Dámaso Betancort, dueño de la sal La Gaviota. Le gustó nuestra idea, cogimos la sal, la tratamos y llevamos diez días en el mercado y estamos saturados", se alegra Daniel, a quien se le ocurrió esta idea tras ver que en Lanzarote se comercializaba hasta sal del Himalaya y no de la isla conejera.
Esta pareja pretende comercializar cada "poco tiempo" una sal diferente. "Vamos a mezclar la sal para que sea aromática con plantas de nuestras de la tierra, como el cilantro. Si a la tierra de Lanzarote le tiras una semilla, sin enterrarla, al año siguiente tienes una papa o lo que sea. Es muy agradecida y hay que aprovecharla, porque amamos nuestra tierra", señala Daniel, a quien les esperan unos años duros, en los que piensa seguir innovando con la ayuda de su mujer. "Es nuestra empresa, tenemos ilusión y lo vamos a conseguir", afirma convencido.
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