La recogida de uvas se ha resentido este año. La cifra total recolectada ha sido de 1.683.664,64 kilos, un 52 por ciento menos que el año pasado (3.516.764,20 kilos). Éste ha sido el segundo año en el que ha bajado la cantidad reunida y así lo ha dado a conocer este miércoles el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote, Miguel Martín, en rueda de prensa.
Las adversas condiciones climatológicas registradas no han favorecido a la producción, y esto se ha notado en la campaña de la vendimia que finalizó el pasado 8 de septiembre, cuando se registro la última pesada en bodega. "Se trata de una campaña atípica" afirman desde el Consejo, ya que las condiciones climatológicas no han afectado por igual a todas las zonas de la Isla.Las elevadas temperaturas registradas durante unos días de este verano han tenido como consecuencia la pérdida del 100 por cien de la cosecha en zonas como La Geria, "dejando esta zona tan emblemática para el sector isleño con un paisaje desolador".
Por variedades, más de un millón de kilos pertenecen a la variedad malvasía, seguida de la listán negra, de la que se han recogido más de medio millón de kilos. Por debajo de esa cifra se sitúan la listán blanca, con más de 70.000 kilos y el moscatel, en menor porcentaje.
Estado sanitario de la uva
Desde el Consejo afirman que el estado sanitario de la uva es en general bueno, aunque reconocen que "las variedades moscatel y diego se han visto gravemente afectadas por la deshidratación, fruto de las elevadas temperaturas". Para que la calidad haya sido la habitual de todos los años, ppor el riesgo que suponían las altas temperaturas para la graduación alcohólica, los procesos de selección de la entrada en bodega "han tenido que ser más estrictos". Así, las variedades blancas se han recogido con una graduación media de 12-13 % probables, y las tintas con 12-12,5 % probables, y prevén que la cosecha "tenga un gran potencial aromático y enorme personalidad".
Los viticultores
Con la pérdida de la producción los viticultores han sufrido graves pérdidas. Por ello el Consejo solicita la necesidad de articular mecanismos que permitan proteger la renta del viticultor en situaciones similares y una revisión de las condiciones del seguroagrario, para que éste pueda ser rentable. Además temen que las pérdidas den lugar a que "la cifra de hectáreas abandonadas se incremente", y aseguran que cada vez son más los terrenos abandonados.
Por todo ello, el Consejo que en las dos últimas campañas ha solicitado la mejora de la comercialización del vino por el excedente de la cosecha, en esta ocasión pide "más que nunca el esfuerzo de los consumidores, de la restauración y la hostelería" para potenciar la producción local.