Política

La Justicia reconoce al Instituto Social de la Marina como propietario de las 40 viviendas de Valterra y los vecinos no serán desalojados

El Juzgado Central Contencioso Administrativo Número 3 de la Audiencia Nacional ha desestimado el recurso presentado por Conservas Garavilla, S.A. contra el Instituto Social de la Marina (ISM) de la Seguridad Social, en el que ...

La Justicia reconoce al Instituto Social de la Marina como propietario de las 40 viviendas de Valterra y los vecinos no serán desalojados

El Juzgado Central Contencioso Administrativo Número 3 de la Audiencia Nacional ha desestimado el recurso presentado por Conservas Garavilla, S.A. contra el Instituto Social de la Marina (ISM) de la Seguridad Social, en el que reclamaba la titularidad de un grupo de 40 viviendas del barrio de Valterra.

La consecuencia de esta sentencia, dictada el pasado 19 de mayo, es que las 40 viviendas en litigio seguirán siendo propiedad del Instituto Social de la Marina y que los vecinos no serán desalojados de las mismas. Desde hace varios años, los inquilinos vivían con gran preocupación por el creciente interés de las empresas en adquirir la propiedad de las mismas, lo que podría conducir a que fuesen desalojados del hogar donde han vivido más de 50 años.

Las viviendas objeto de recurso fueron construidas en el año 1955 por el Instituto Social de la Marina, con la participación de distintas empresas conserveras, con la finalidad de que éstas las destinaran a sus trabajadores, siempre que éstos fuesen pescadores o trabajadores relacionados con la pesca, como viviendas de protección oficial.

Para ello, Aquilino Fernandez S. A. firmó unconvenio con el Instituto Social de la Marina, en el que se regulaba la forma de amortización y el destino que debía darse a las 40 viviendas asignadas. Transcurrido el plazo de amortización de las mismas, la empresa Conservas Garavilla S.A., sucesora de Aquilino Fernandez, S. A, dirigió un escrito al Instituto Social de la Marina, solicitando la escrituración de las 40 viviendas a su nombre.

El Instituto desestimó la solicitud, y Garavilla acudió a los tribunales, presentado un recurso contencioso-administrativo contra esa decisión en el año 2008. Ahora, Garavilla ha terminado perdiendo este pleito, con una sentencia que devuelve la tranquilidad a los vecionos de estas casas.