La batalla contra las antenas de telefonía móvil ya ha comenzado en Arrecife. Colectivos de vecinos siguen denunciando ante la Policía Local de la capital lanzaroteña y ante el Ayuntamiento la existencia de estos dispositivos en sus azoteas. Mientras el Consistorio hace las gestiones oportunas para retirar los aparatos, los ciudadanos empiezan a percibir la falta de cobertura en algunas zonas de la ciudad. El debate está sembrado. Sin antenas no hay móviles, pero estos aparatos siguen despertando una cierta desconfianza entre la población, que argumenta que son dañinos para la salud.
Algunos vecinos ya han conseguido que se retiren estas antenas de telefonía de sus edificios. De esta manera, en cumplimiento de las ordenanzas municipales, que determinan que estas antenas deben estar a más de 200 metros de un centro educativo y sanitario, el Ayuntamiento de Arrecife ya ha desmantelado "unos cinco aparatos", según el alcalde, Enrique Pérez Parrilla. "Otros tantos habrá que retirar", apunta, al tiempo que señala que "las operadoras han ido levantando antenas a golpe de urgencia y sin licencia".
Si a principios de agosto se desmontaba una antena instalada en el edificio Tarragona, en el barrio de Valterra, ubicada a escasos 20 metros del colegio Nieves Toledo, los propietarios del bloque de pisos ["Transportes Lanzarote", en La Vega, están pendientes de que se retiren nueve dispositivos de su manzana->30817] que, según han denunciado, carecen de licencia municipal.
Preocupación extraordinaria
La situación que experimenta actualmente el servicio de telefonía en Lanzarote preocupa "de forma extraordinaria" a las operadoras, que afirman que este problema se está "agudizando" en la isla. Según Redtel, empresa que ejerce de portavoz de las compañías Telefónica, Vodafone, Orange y Yoigo, la situación de Arrecife "es bastante problemática desde hace tiempo". El responsable de comunicación, Carlos Cernuda, indica que está observando "una serie de iniciativas del Ayuntamiento de Arrecife para desmantelar antenas en algunas zonas sensibles de la ciudad". Esto acarrea serios problemas de cobertura y afecta, según Cernuda, a "una parte sustancial" de ciudadanos de Arrecife.
"Si no hay carreteras, los coches no funcionan. Si no hay antenas, no hay telefonía. Es así de claro, una obviedad", subraya. Y es que las dificultades en las comunicaciones ya se notan en ciertos barrios de la ciudad, en los que se ha procedido a la retirada de estos aparatos, que estaban ubicados en zonas estratégicas. "La gente tiene que entender que es imposible que una persona pueda hablar por el móvil, si no tiene una antena relativamente cerca", añade.
El concejal socialista, Víctor Betancort, rechaza el argumento de las empresas de telefonía y afirma que los operadores, que son los encargados de presentar un plan de implantación ante el Ayuntamiento, deberán "tratar de buscar otros lugares para instalar las antenas, que no entren dentro de los sitios sensibles, es decir, que cumplan las ordenanzas municipales". "Deben adecuarse a la normativa", matiza.
Sin embargo, desde Redtel insisten en que el desplazamiento de estos aparatos implica una falta de cobertura para los servicios de emergencia como, por ejemplo, las ambulancias, que se quedan sin poder comunicar sus datos vía telefónica "por falta de antenas". "Antes ya teníamos un problema, porque no teníamos dispositivos suficientes y, encima, ahora nos los quitan", lamenta Cernuda.
"Pánico y psicosis"
Por su parte, el primer edil de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla, defiende la gestión del Ayuntamiento y asegura que se cumplirá la ordenanza municipal, pese a que "no es fácil" retirar tantas antenas. Sin embargo, pese a que insiste en que trabajará a favor de los vecinos, también se muestra consciente de los problemas que puede acarrear desmontar estos aparatos.
"Cuando consigamos retirar todas las antenas, si esto se consigue, la gente empezará a llamar para quejarse, porque no puede llamar a su hija por falta de cobertura. Porque es cierto que en algunas zonas se nota ya que no hay cobertura suficiente, que es necesaria en la sociedad del siglo XXI", apunta el alcalde.
Pero Enrique Pérez Parrilla entiende, también, por otra parte, que hay personas que "están psicológicamente afectadas por este tema", es decir, que sostienen que las antenas les pueden provocar problemas en la salud. "Al que se siente afectado le entra la psicosis, parece que se va a morir y eso es una tortura para el que lo sufra. Hay gente tendente a exagerar", afirma el alcalde de Arrecife.
Carlos Cernuda extrae datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Ministerio de Sanidad, que aseguran que "no existe relación entre las antenas de telefonía y supuestas enfermedades", para tratar de tranquilizar a la población y defender la utilidad de estos aparatos.
"Situación insólita"
Según Redtel, las empresas de telefonía móvil soportan una situación insólita, que enfrenta a los ayuntamientos, a los ciudadanos y a los usuarios de este servicio. "Todo el mundo quiere cobertura pero nadie quiere antenas. Es un problema de base", afirma, al tiempo que relata que las operadoras han mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento de Arrecife para tratar de llegar a un acuerdo. "Ahora hay un distanciamiento, porque han empezado a desmantelar dispositivos. Hay que buscar un entendimiento, porque lo que no puede ser es que hasta que nos dan la licencia no podamos ofrecer un servicio al ciudadano", explica.