Las instituciones de Lanzarote han aumentado sus plantillas en 310 trabajadores durante la pandemia de coronavirus. Y es que, en el primer trimestre de este año había un total de 3.202 empleados entre los siete ayuntamientos y la primera institución de la isla, frente a los 2.898 que había un año antes, lo que supone un incremento del 10,69 por ciento, según cifras del Instituto Canario de Estadística publicadas por el Centro de Datos del Cabildo.
Durante este tiempo, el Cabildo es la única institución de la isla que ha reducido su plantilla, en concreto en 103 trabajadores, al pasar de 1.230 a 1.127 empleados. En cuanto a los ayuntamientos, Arrecife y Tías son los que más puestos de trabajo han creado, en concreto 139 y 134 respectivamente.
En el caso de la consistorio capitalino, en el primer trimestre de este año contaba con 583 trabajadores frente a los 450 del mismo periodo del año pasado, lo que supone una tasa de 9,1 puestos de trabajo por cada 1.000 habitantes. Tías, por su parte, tenía 239 empleados en el primer trimestre de 2020 y un año después contaba con 372, con una tasa de 18 puestos de trabajo por cada 1.000 habitantes.
En cuanto al resto de ayuntamientos, San Bartolomé ha incrementado su plantilla en 59 trabajadores al pasar de 213 a 272, lo que supone una tasa de 14,2 puestos de trabajo por cada 1.000 habitantes; mientras Yaiza tenía en el primer trimestre de este año 307 empleados, 52 más que en 2020, y su tasa de puestos de trabajo es de 18.
Por su parte, Haría ha aumentado su plantilla en 22 trabajadores pasando de 95 a 117 (22,2 puestos de trabajo por cada 1.000 habitantes), Tinajo lo ha hecho en cinco empleados, de 143 a 148 (23 puestos de trabajo por 1.000 habitantes), y Teguise solo en dos, teniendo en el primer trimestre de 2021 un total de 276 trabajadores, lo que supone una tasa de 12,2 puestos de trabajo por cada 1.000 habitantes.
En todas estas cifras según indica el Centro de Datos del Cabildo, se tiene en cuenta el empleo total en el sector público, incluyendo a todas las personas empleadas directamente por las instituciones, sin tener en cuenta el tipo particular de contrato de trabajo.