El Partido Popular en el Ayuntamiento de Arrecife ha alertado sobre el riesgo para la salud que provoca la toxicidad del amianto ante el posible desplome de las planchas de Uralita que existen en los techos de las naves de La Rocar.
A juicio de los populares, "está constatado que la toxicidad del amianto, un elemento cancerígeno y cuyos efectos permanecen en el ambiente durante bastante tiempo, no solo afecta a las personas que residen en las naves de La Rocar, sino también a quienes transitan por la zona y a los residentes en zonas cercanas".
Aunque el Ayuntamiento de Arrecife anunció su intención de demoler las naves ubicadas en La Rocar, los populares señalan que, según se informó en el pleno ordinario del pasado 28 de septiembre, el tema se ha venido retrasando "por lo precipitado del anuncio, dado que no se habían considerado los requisitos que tal actuación conlleva". Así, el PP subraya que "este hecho provoca que, a día de hoy, continúen residiendo en las naves unas 50 personas, con el consiguiente peligro que conlleva, debido a los riesgos de desplome de los techos y al estado ruinoso de las naves en general".
Por ello, el Partido Popular preguntará en el próximo pleno "si el Ayuntamiento es conocedor de la importancia y gravedad del problema de contaminación y para la salud pública que podría ocasionar el desplome de placas de Uralita de los techos de La Rocar".
Asimismo, los populares quieren conocer si el Consistorio capitalino tiene previsto un protocolo adecuado de actuación para evitar los desplomes y, en su caso, para el momento de la retirada de las placas de los techos.
En este sentido, el PP afirma que "dada la peligrosidad que genera la manipulación del amianto, está regulado que para la retirada de las citadas placas de Uralita se debe acudir a una empresa cualificada y autorizada. Además, para ello es preceptivo un proyecto técnico que deberá ser autorizado por el organismo competente".
El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Arrecife preguntará también al alcalde si el Ayuntamiento se ha percatado del desplome parcial o total de algunas partes del techo de las naves, sin que hayan sido retiradas aún.