Las pérdidas se sitúan en 2,5 millones de euros. Una cifra que podría influir en la negociación del convenio que vienen reclamando los trabajadores de los Centros Turísticos y cuyo inicio estaba previsto para este 12 de enero, aunque finalmente se aplazó la fecha. Sin embargo, el personal de los CACTS reivindica que "se han esforzado para que los clientes no se vean afectados por sus condiciones de trabajo" y que las pérdidas se deben a diversos factores. Asimismo, acusan a "ciertos cargos que dirigen los Centros de incidir en el deterioro físico de los mismos y en la moral de quienes cumplen con su obligación".
Entre ellos, consideran que el incremento en el precio de la entrada, influye en que los visitantes tengan una menor disposición a efectuar gastos en hostelería. Además, creen que la eliminación de servicios como los almuerzos en los Jameos del Agua, o la suspensión de las barbacoas en las Montañas de Fuego durante el 2005, han aumentado las pérdidas que recogen las cuentas de la auditoría.
Por otro lado, se amparan en que los responsables no han tenido en cuenta sus demandas, "que mejorarían los resultados", como "realizar las compras de manera más rigurosa, buscando la mejor calidad al precio más económico, poner en marcha iniciativas que motiven a los clientes a visitar de forma más calmada o fijar un precio en los productos que cubran los costos del mismo".
El personal de los CACTS sostiene que cumplen con su obligación y que su actual jornada laboral no ha afectado a los clientes. Ahora, una de las negociaciones del nuevo convenio es la reducción de la jornada a 35 horas semanales, que para el consejero "es poco competitivo para la hostelería". De hecho, el día que expuso las cuentas, Pedro San Ginés apuntó a que el nuevo convenio es uno de los factores de peso que dificultan que estas pérdidas sean revertidas.