El Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, figura entre los ocho hospitales públicos españoles seleccionados para aspirar a la condición de "centro comprometido con la Excelencia en Cuidados de Enfermería".
La elección del hospital lanzaroteño se realizó por el Centro Colaborador Español Johana Briggs Institute (JBI), organización comprometida con la práctica de cuidados de enfermería basados en la evidencia a nivel mundial, a través de la búsqueda, valoración y divulgación de la mejor evidencia, facilitando su integración y evaluación en la práctica clínica.
El Centro Colaborador JBI presentó a finales de 2011 un proyecto para la Implantación de Guías de Buenas Prácticas Clínicas en Cuidados de Enfermería de ámbito nacional, al que optaron 33 instituciones sanitarias.
Entre los ocho hospitales seleccionados se encuentra el Vall d'Hebron (Barcelona), Marqués de Valdecilla (Santander) y el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, que deberán implantar guías de buenas prácticas para adquirir finalmente la acreditación de centros comprometidos con la Excelencia en Cuidados de Enfermería.
En el caso del Hospital Doctor José Molina Orosa, de Lanzarote, las guías a implantar por el personal de enfermería son las relativas a Cuidados por caídas, Ictus, Otomías y Trabajo en Equipo.
Buenas prácticas
El objetivo es crear una red nacional de Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados de Enfermería que ayude a consolidar el uso de prácticas basadas en los mejores resultados de investigación en cuidados. Dichos centros se comprometen a la aplicación sistemática de prácticas basadas en la mejor evidencia procedente de la investigación en cuidados.
Para ello, cuentan con los conocimientos y el apoyo de Investén-ISCIII y de la Asociación de Enfermeras de Ontario, en Canadá (RNAO). Esta Asociación está publicando desde hace unos años guías de buenas prácticas en enfermería, que proporcionan directrices a los clínicos en su práctica habitual basadas en la mejor evidencia disponible. El uso de estas guías de práctica clínica disminuye la variabilidad, proporciona un cuidado eficiente y permite introducir innovación en el trabajo asistencial.
La implantación de las guías es una de las etapas finales y más costosas tras su elaboración. Para ello, la RNAO ha diseñado una herramienta que ayudará en los ámbitos asistenciales a aumentar la probabilidad de éxito en el proceso de implementación, lo que redundará en la mejora del cuidado del paciente, el enriquecimiento de la práctica profesional así como la mejora en los resultados en salud.