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El Golfo confía en ganarle la batalla a Costas

"Ahora el pueblo tiene más confianza. Si ya han ganado dos restaurantes, ¿por qué no vamos a ganar los demás?". Así se expresa Dévora Santana González, propietaria de Casa Torano, un restaurante ubicado en El ...

El Golfo confía en ganarle la batalla a Costas

"Ahora el pueblo tiene más confianza. Si ya han ganado dos restaurantes, ¿por qué no vamos a ganar los demás?". Así se expresa Dévora Santana González, propietaria de Casa Torano, un restaurante ubicado en El Golfo, que está pendiente de conocer la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tras una denuncia interpuesta por la Dirección General de Costas por instalar una terraza. La confianza de ésta y otros comerciantes reside en la última sentencia, que se conoció la pasada semana, y que exime de pagar a Casa Plácido una sanción que le exigía Costas por tener mesas en suelo público. El Tribunal también resolvió a favor del restaurante Bogavante, que tampoco tendrá que pagar, una multa por disponer una terraza, pegada al mar.

Pese a que la esperanza se vislumbra en el rostro de los comerciantes, lo cierto es que los restaurantes sólo han logrado librarse de la sanción, pero todavía están pendientes de cuál será el deslinde definitivo de Costas, que en estos momentos está recurrido en el Tribunal Supremo.

Así, la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias no resuelve que ese suelo, pegado al mar, pueda ser utilizado por Casa Plácido para instalar su terraza, sino que le exime de pagar una sanción por ocupar suelo público marítimo terrestre con 12 mesas, 48 sillas, 8 sombrillas y 4 farolas, según la denuncia formulada entonces. Y lo que falla la Justicia es que la denuncia de Costas, que la interpuso en 2007, no está suficientemente fundamentada, porque debería haber demostrado que es titular del suelo.

Y es que, después de que Costas les denunciara y les impusiera una multa, los dueños del restaurante Casa Plácido presentaron un recurso administrativo contra esa sanción, pero éste fue desestimado en 2009, por lo que decidieron acudir a los tribunales. En su defensa, los propietarios alegaron que la orden ministerial que aprobó el deslinde de El Golfo en el año 2006 estaba suspendida cuando se tramitó este expediente sancionador, y que por tanto, éste no procedía.

"Yo presenté un recurso de reposición contra el deslinde y pedí su suspensión cautelar. Al solicitarla, hay un mecanismo automático que si no contesta Costas, se suspende directamente y no se puede ejecutar nada", argumenta el abogado, José Ortega.

Sin embargo, en este punto, el Tribunal sólo le da la razón al restaurante en parte. Y es que sostiene que la suspensión del deslinde no impide que Costas recupere terrenos que le pertenecen por ley, pero sí que tenga que demostrar su titularidad. Es decir, que al no estar en vigor el deslinde, Costas tenía que haber acreditado que el terreno en cuestión formaba parte del dominio marítimo-terrestre, por reunir las características señaladas en la Ley de Costas.

El deslinde, recurrido

Por su parte, José Ortega, el abogado que ha ganado tanta la sentencia de Casa Plácido como la de Bogavante, y que espera un tercer fallo, ha valorado "como muy positivas" estas decisiones del tribunal. "Es muy difícil que la Justicia te dé la razón si vas en contra del Gobierno", afirma este letrado, que se muestra "feliz" porque en la última sentencia "se le dice a Costas que ni siquiera se ha inmutado en defender su denuncia".

Así, pese a que estos dos restaurantes se han "librado" de pagar una multa a Costas, lo cierto es que todavía están pendientes de cuál será el deslinde definitivo ya que, según este letrado, se presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. "En 2008 se pidió ayuda al Cabildo para que anulara este deslinde y se puso un abogado a disposición de los vecinos. Y es que tanto la Oficina Técnica como el equipo jurídico del Consistorio reconocen la existencia de El Golfo como núcleo urbano antes de la Ley de Costas", defienden desde el Ayuntamiento de Yaiza.

Confianza en El Golfo

Las dos sentencias satisfactorias para los restaurantes han dado una notable confianza a los comerciantes del Golfo. "Estamos muy contentos, porque es muy importante para nuestro trabajo. Si nos quitan las terrazas, nos vamos todos a casa", asegura la dueña de Casa Plácido, Cleofé Ramón, que insiste en que "Costas se aprovecha de la gente humilde, de los pequeños restaurantes, mientras que los grandes hoteles siguen en pie".

Así, pese a que la sentencia es clara al asegurar que Costas debía haber acreditado que ese terreno era suyo, lo cierto es que todos los restaurantes contiguos a Casa Plácido creen que también conseguirán librarse de esta sanción y confían también en quedar fuera del deslinde. Nina, del restaurante Bogavante, que ya venció a Costas en los tribunales y se libró de pagar una multa, afirma que "ve razonables estas decisiones de la Justicia".

Los que todavía siguen con la incertidumbre, se encuentran algo más tranquilos. "Parece que podemos ganar a Costas y la verdad es que la gente está esperanzada", afirma Luis de León, del restaurante Mar Azul. Justo al lado, se ubica Lago Verde, cuyos dueños se imaginan "que les darán la razón a todos los comercios de la zona".

Desde la Casa Torano, la propietaria Dévora Santana, defiende la necesidad de que los restaurantes cuenten con terraza. "Los turistas y residentes vienen aquí a ver el atardecer, a sentarse al lado del mar, a observar el paisaje. Al final, si Costas se sale con la suya, el pueblo se quedará sin economía", indica.

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