El Gobierno de Canarias estima que el dos por ciento de los hogares de las islas de Gran Canaria, Lanzarote y norte de Fuerteventura, donde "ahora se está viendo la televisión mejor o peor, corren el riesgo de dejar de verla absolutamente", tras la finalización de la implantación de la primera fase de la Televisión Digital Terrestre (TDT), prevista para el 30 de junio en las dos islas más orientales, y el 22 de julio en Gran Canaria.
En una rueda de prensa ofrecida en la capital grancanaria, el viceconsejero de Comunicación del Gobierno de Canarias, Martín Marrero, y el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, Juan Ruiz Alzola, apuntaron que los motivos de que la transición "esté resultando compleja" son la orografía del territorio y la dispersión de la población, y se mostraron muy críticos con "el proceso de implantación" diseñado por el Ministerio de Fomento, "porque se podría haber hecho de otra manera".
En este sentido, Marrero y Alzola avanzaron la decisión del Ejecutivo regional de establecer acuerdos con todos los ayuntamientos "que lo necesiten" para facilitarles el proceso de cobertura a su población a través del ofrecimiento de una serie de créditos "con condiciones ventajosas".
En este paquete de ayudas se incluyen también "medidas especiales" destinadas a ayudar a los colectivos que recibirán la señal a través de satélite, y cuyo coste estimado asciende a cinco millones de euros.
ACN Press