Política

El Estado reanuda los trámites para la instalación de un Punto de Inspección Fronteriza en la Isla

Las gestiones llevadas a cabo desde tiempos inmemoriales por las diferentes instituciones y representantes públicos de la Isla para la implantación del tan ansiado Punto de Inspección Fronteriza en Lanzarote (PIF) ...

El Estado reanuda los trámites para la instalación de un Punto de Inspección Fronteriza en la Isla

Las gestiones llevadas a cabo desde tiempos inmemoriales por las diferentes instituciones y representantes públicos de la Isla para la implantación del tan ansiado Punto de Inspección Fronteriza en Lanzarote (PIF) podrían cristalizar a lo largo de los próximos meses, y el PIF podría ser una realidad en un plazo de tiempo relativamente corto.

Por Moisés Rodríguez

Al menos es lo que puede deducirse de la última carta remitida por el Ministerio de Administraciones Públicas al Delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, en la cual queda de manifiesto la intención del Ministerio de dotar de los medios humanos necesarios para que dicho punto comience a funcionar.

En la misiva también se tiene en consideración que el proyecto ya cuenta con el preceptivo dictamen favorable de la COMINPORT, "por lo que se ha adoptado la decisión de continuar con la tramitación que se hallaba en suspenso".

A este respecto, con el fin de seguir con el procedimiento establecido, la Autoridad Portuaria de Las Palmas debe remitir ahora a la Dirección General de Recursos Humanos, Programación Económica y Administración Periférica el anteproyecto de la instalación que se pretende, previo informe del Centro directivo competente del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Se trataría pues, de los últimos trámites previos a la instalación de este Punto de Inspección Fronteriza en la Isla.

Un proyecto "empantanado"

El director insular de la Administración General del Estado, Marcial Martín, una de las personas que durante los últimos meses más interés ha puesto por avanzar en este asunto, se mostró tremendamente satisfecho por el desbloqueo de un proyecto que "llevaba empantanado desde abril del año 2002". En este sentido, recordó las vicisitudes por las que ha atravesado el mismo, e indicó que es ahora cuando empieza a vislumbrarse la luz al final del túnel.

Por su parte, la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, destacó el trabajo y el interés mostrado por el director insular en aras de desatascar la situación y hacer realidad un proyecto por el que lleva suspirando la ciudadanía lanzaroteña hace más de diez años. En este sentido, recordó que había sido precisamente el Cabildo en el año 1995 el primero en demandar la instalación de un PIF para la Isla.

Más de 10 años de gestión sin resultados satisfactorios

Las gestiones llevadas a cabo para la instalación de un PIF en Lanzarote comenzaron el 2 de febrero del año 1995, cuando el pleno del Cabildo aprobó dirigirse al Gobierno del Estado para demandar este tipo de infraestructura para la Isla. Con posterioridad, el 4 de diciembre del año 2000, el presidente del Cabildo, Enrique Pérez Parrilla, se dirigió por carta al director general de la Administración Periférica del Estado para interesarse una vez más por la creación de un PIF en Lanzarote, sin obtener respuesta alguna.

El 21 de diciembre de ese mismo año, y a petición de los empresarios de la pequeña y mediana empresa de Lanzarote (FELAPYME), la Primera Corporación volvió a reivindicar este PIF con idéntico resultado.

Ya, el 15 de marzo del año 2002, y ante la ausencia de respuesta por parte del Gobierno de la Nación ante las peticiones solicitadas por el Cabildo, éste manifestó su más enérgica protesta ante la indiferencia del Ejecutivo central.

Más adelante, el 14 de julio de 2003, el presidente del Cabildo, Dimas Martín, remitió un escrito al Ministerio de Administraciones Públicas preguntando por la situación administrativa del PIF. Finalmente, el 18 de julio de 2003 el diputado nacional de Coalición Canaria (CC), Andrónico Pérez, formuló una pregunta en el Congreso de Los Diputados sobre esta cuestión.

Durante este largo proceso, que comprende más de 10 años hasta día de hoy, las iniciativas puestas en marcha desde diferentes instituciones y representantes públicos de la Isla para conseguir la instalación de un PIF en Lanzarote aún no han dado resultado, aunque, según parece, la implantación de este punto puede estar cercana.

Importancia del PIF

La supresión de las barreras fronterizas entre los países que conforman la Unión Europea (UE) ha supuesto la aparición de una nueva frontera común abarcando a todos esos países. En este sentido, y aunque la circulación de productos agrarios, vegetales y/o animales dentro de la UE se rige por procedimientos de libre tránsito, la entrada de productos procedentes de terceros países está sujeta a reglamentaciones emanadas de los centros de decisión en Bruselas; entre ellas, que este tipo de productos se introduzcan en la UE a través de unos Puestos de Inspección Fronteriza, previamente designados, donde se realizarán los controles que cada tipo de producto requiera.

Así pues, un PIF es el lugar físico designado por la UE donde se concentran las inspecciones preceptivas a los vegetales, animales, productos destinados al consumo humano y no consumo humano, que pretendan introducirse en la UE y procedan de un país (tercero) exterior a la Unión Europea.

En Canarias, los controles e inspecciones fitosanitarias se rigen por la orden del 12 de marzo de 1987 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que establece que deben ser sometidos a estos controles toda clase de vegetales, independientemente si proceden de territorio nacional o de otros países, tanto de la Unión Europea como de terceros.

Por este motivo, la instalación de un PIF en la Isla llevaría ligadas numerosas ventajas para los lanzaroteños, ya que en la actualidad, cuando los empresarios importan mercancías a la Isla tienen que desviarlas previamente a los puertos de Tenerife o Gran Canaria para ser sometidas a los pertinentes controles, con la pérdida de tiempo y dinero que ello conlleva, y que repercute directamente en el precio de la cesta de la compra.