El dueño de El Convento, que fue condenado a dos años y tres meses de cárcel por la emisión de ruidos en ese local, ha recibido ya la orden de ingreso en prisión, según ha confirmado él mismo a este medio, para dar cumplimiento a la sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal Número 3 de Arrecife, y ratificada después por la Audiencia Provincial de Las Palmas.
En el fallo, que ya es firme, se consideraba a Pedro S. autor de un delito contra el Medio Ambiente, en su modalidad de emisión indebida de ruidos con riesgo de grave perjuicio para la salud de las personas. La causa, en la que la Fiscalía asumió la acusación, se inició tras la denuncia de Pablo Betancort, vecino de la calle José Antonio.
"Jamás se puede desear la privación de libertad a una persona, pero esto no me corresponde a mí. Ha sido un procedimiento que ha llevado la Fiscalía. Yo lo que hice fue poner su conocimiento los hechos, lógicamente aportando toda la documentación y las pruebas", ha afirmado Betancort a La Voz tras conocer la noticia.
Además, el denunciante culpa a las instituciones, y en particular al Ayuntamiento de Arrecife, de que se haya llegado "a esta situación tan desagradable". Y es que considera que esto se hubiera evitado "si las administraciones hubieran actuado en su momento como tenían que haber actuado".
De hecho, Pablo Betancort sostiene que lleva "unos 15 años denunciando" el tema, "primero de una forma amistosa con el interesado", y "en segunda instancia con el Ayuntamiento", hasta que finalmente decidió acudir a la Fiscalía.
Seguirá batallando
Pese a la dureza de la sentencia, Pablo Betancort no se da por satisfecho, ya que el ingreso en prisión del propietario de El Convento no da solución al problema que él denunció. "El problema sigue subsistiendo en la medida en que no se ha ordenado un cierre definitivo del local", afirma. Y es que aunque el primer fallo del Juzgado de lo Penal Número 3 de Arrecife sí contemplaba esta medida, posteriormente la Audiencia Provincial estableció que la clausura del establecimiento fuera sólo por seis meses.
Por eso, Betancort sigue dispuesto a continuar la lucha en los tribunales, en este caso contra el Ayuntamiento. "Yo entiendo que esas licencias están mal concedidas y vamos a tratar de revocarlas o anularlas, en cuanto que no se ha tenido en cuenta la Ley de espectáculos públicos y actividades clasificadas, que dice que este tipo de ocio no puede estar en zona residencial, sobre todo cuando hay acumulación o concentración de otros pubs".
De momento, cuenta a su favor con una sentencia firme que, además de llevar a prisión al dueño de El Convento, ha venido, según Betancort, "a dar la razón no a mí, sino a los vecinos, reconociendo que esto es un problema grave para la salud, porque es una auténtica tortura para los que lo sufren. En este momento hay muchas personas que lo están sufriendo y hay que tomar medidas, como tenían que haberlo hecho las instituciones mucho antes".