El Comité de Empresa de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote ha denunciado "el recurso continuado a empresas de trabajo temporal para cubrir plazas en el ente público". La queja de los trabajadores, que aseguran que este "procedimiento se viene llevando a cabo con cada vez más asiduidad", se fundamenta en que esta práctica "engorda con dinero público a empresas privadas" y "perjudica las condiciones laborales de los contratados".
El Comité de Empresa de los Centros asegura que se han formalizado más de 500 contratos en 6 meses a través de esta modalidad, "sin que se conozcan los criterios de selección". Los trabajadores reprochan a la administración que "con ello se está engordando, con dinero público, las cuentas de unas empresas privadas, las ETT, y perjudicando al mismo tiempo las condiciones laborales de los contratados".
Los empleados de los Centros esgrimen que el propio convenio colectivo apunta que estas modalidades de contrato se podrán hacer solo en momentos puntuales. Sin embargo, lamentan que "se ha convertido en norma este modo de contratación".
Precarización y control del personal
A juicio del Comité de Empresa, "esto no hace sino precarizar las condiciones de los nuevos contratados, que cobran un sueldo más bajo, mientras es la ETT la que se enriquece con dinero público". "Centros Turísticos es un ente público, y por tanto no puede prestarse al enriquecimiento de una empresa de trabajo temporal que no se sabe con qué criterios ha seleccionado, a costa de permitir unas malas condiciones laborales para el trabajador", señalan.
Desde el Comité de Empresa consideran que esta forma de contratar nuevo personal, "alejada de lo que fija el convenio colectivo y de los intereses tanto de los contratados como del propio Ente, podría responder a que así es más fácil que la clase política determine quiénes terminarán ocupando los nuevos contratos en los Centros de Arte, Cultura y Turismo". Los trabajadores abundan en esta idea y afirman que "de hecho, no es de extrañar el aumento de esta fórmula de contratación en los últimos meses, cuando se acercan las elecciones locales e insulares. Al no existir criterios de selección, todo queda en manos de la ETT, que al mismo tiempo recibe dinero público, y puede recibir directrices de a quién se contrata y a quién no."
Los empleados de los centros creen que "para acabar con estas posibles prácticas", que tildan de "poco transparentes, caciquiles, clientelares y electoralistas", es preciso "dignificar los contratos de los nuevos trabajadores y dejar de usar a las ETT para este fin, ahorrándose así el ente público sus honorarios".