El presidente del Círculo de Empresarios de Lanzarote (CEL), Juan Guerra, recordó este miércoles que más que personarse como coadyugante del Ayuntamiento de Arrecife, el organismo que dirige ha sido el gran protagonista y el que ha tomado el mayor peso en la defensa del Consistorio capitalino en el contencioso, ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Provincial de Las Palmas, por el recurso presentado en el año 2000 por los empresarios Pío Coronado en contra de una resolución de la institución arrecifeña.
En concreto, la actual parlamentaria regional socialista Manuela Armas decretó en su última actuación como alcaldesa de Arrecife la denegación de licencia de apertura de un gran centro comercial en Valterra propuesto por este grupo empresarial, junto a la ampliación del hipermercado de su propiedad adscrito a la misma zona.
Negativa municipal
Fue a raíz de la negativa municipal cuando se despertó un intenso debate y un gran interés empresarial y ciudadano por el caso, que provocó incluso la creación de varias plataformas a favor y en contra de la iniciativa. En este punto se consolidó precisamente la creación del Círculo de Empresarios de Lanzarote, cuyos integrantes plantaron cara a estos grandes empresarios en defensa fundamentalmente del pequeño y mediano comercio insular y también local y regional.
El Círculo de Empresarios se personó en esta batalla judicial como coadyugante del Ayuntamiento de Arrecife, pero fueron en realidad los empresarios los que han venido soportando la mayor parte del peso de la actuación municipal, limitándose el Ayuntamiento a ratificar el contenido de las resoluciones ya dictadas por la vía administrativa.
El presidente del Círculo, Juan Guerra, denunció el "poco o escaso interés" que los actuales representantes del Ayuntamiento de Arrecife han puesto en la defensa de la Corporación local durante la celebración de este contencioso, que acaba de quedar concluso -[visto para sentencia->http://www.lavozdelanzarote.com/article.php3?id_article=2842]-, y que fue propiciado después de que Pío Coronado recurriese la decisión de la alcaldesa, respaldada en diversos informes económicos y jurídicos que arrojaban un resultado negativo sobre el proyecto.
Argumentos
Juan Guerra recordó que durante el encarnizado proceso judicial, que ha perdurado más de cuatro años, el principal argumento aportado el Círculo empresarial se ha basado en la calificación de uso industrial que, según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Arrecife de 1997, el todavía vigente en la actualidad, ostentaban dichos terrenos.
"El Plan General contempla en esa zona suelo para uso fundamentalmente industrial, y sólo secundariamente un uso comercial y residencial", explicó el dirigente empresarial, que recordó que junto a otros importantes empresarios denunció hace pocos meses ciertas "irregularidades" aparecidas en la adaptación o volcado al que el documento de ordenación fue expuesto y tras el que faltaban, supuestamente por una serie de errores, algunos párrafos precisamente en la parte relativa al nuevo uso otorgado al suelo de la citada zona.
Al respecto, la propia concejal de Urbanismo y responsable del PGOUA de Arrecife en la actualidad, la socialista Nuria Cabrera, explicó este miércoles que a la comisión de seguimiento para la corrección de aquellos fallos tan sólo le resta precisamente por analizar esa zona de Arrecife, y adelantó que en cuanto exista consenso en la Junta de portavoces los documentos para las oportunas correcciones serían remitidos a la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente (COTMAC) del Gobierno de Canarias para su posterior envío al equipo de redactores.
Otro de los argumentos expuestos por el Círculo de Empresarios de Lanzarote en el contencioso esgrimía el exceso en las dimensiones solicitadas por Pío Coronado para el centro comercial, ya que el uso comercial de dicho suelo aparecía contemplado como una alternativa secundaria, lo que permitía la instalación de establecimientos comerciales pero con unas severas restricciones que limitaban sus proporciones.
Para hacerse una idea de las "monstruosas" dimensiones de que dispondría la nueva sede comercial, basta decir que sobre el proyecto presentado ante el Ayuntamiento de Arrecife dicho centro comercial contaba con cerca de 75.000 metros cuadrados (m²) construidos -el tamaño del ancho del Charco San Ginés -y, en su interior, se situaban más de 70 locales comerciales de todas las categorías, lo que lo hubiera convertido en el mayor centro comercial de la Isla, con tres plantas de altura y 1.00 plazas de aparcamiento en su interior. En cuanto a la ampliación del hipermercado, se planeaba incrementar su superficie de venta de 1.750 m² a 6.000 m².
Alternativas
La actual adaptación del Plan General de Arrecife contempla en esa zona, según explicó este miércoles la actual alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, la instalación de una galería comercial pero no un centro comercial que incluya grandes dimensiones en su superficie de venta de alimentación. A juicio de Déniz, este es el modelo que los ciudadanos demandan hoy día para el consumo.
"Hay que hacer las cosas dimensionadas según la cantidad de población de la Isla, y así se hicieron en la adaptación inicial del Plan General de 1998, basada en Lanzarote como Reserva de la Biosfera y que preveía la masa de consumidores que podían moverse por la Isla". Para la alcaldesa, las previsiones se han quedado quizás algo cortas tras el fuerte incremento poblacional, pero en cualquier caso los errores "más gravosos" en la modificación puntual del Plan están "prácticamente salvados".
Armas no se arrepiente
A pesar de que políticamente pagó un alto precio -el inicio de la crisis de Coalición Canaria (CC) en el Ayuntamiento- la parlamentaria regional por Lanzarote del Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) Manuela Armas aseguró que "nunca" se ha arrepentido de la decisión tomada en el año 2000, cuando decretó la negativa al proyecto planteado por Pío Coronado.
"Elegí la mejor decisión para la mayoría de los ciudadanos, respaldada por supuesto en los pertinentes informes técnicos", dijo. "Tomé la decisión sola y en los días de mi renuncia como alcaldesa, me impliqué porque no quise dejar la decisión en manos del destino", agregó.
Armas reveló que tras dejar la Alcaldía, el tema de Pío Coronado se llevó a pleno y desde CC "se me pidió que cambiara el sentido de mi voto para que existiera unanimidad, otro disparate que me asombró y me desencantó un poco más de la política", concluyó.