El mismo día en que la consejera de Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, hacía referencia en Radio Lanzarote a la necesidad de afrontar la creación de un Centro de Internamiento en la Isla y su polémica ubicación, la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, reconocía en el programa de La Trastienda de Lanzarote Televisión, que solicitarán al Gobierno Central la modificación del proyecto del centro de internamiento en Lanzarote, adaptándolo a la nueva ubicación propuesta, unos solares de Tahíche, frente a la Comunidad Terapeútica de Zonzamas, en vez de en Güime.
Rojas ha afirmado que el Gobierno de Canarias siempre ha defendido que si ese centro es "absolutamente necesario, hay que hacerlo", y una de las obligaciones para ello, es que "debemos ponernos de acuerdo dentro de Lanzarote en las necesidades y dónde tenemos que ubicarlas". Tambiénha recordado que detrás de las decisiones que toman los políticos hay personas. Asimismo, para la ejecución de éste ha precisado que la administración debe trasladar cuáles son las necesidades de Lanzarote al Estado.
De igual forma, Rojas ha hecho referencia a la masificación que hay en los centros de menores. La consejera ha afirmado que en Canarias hay más de 800 menores, cuando en el acuerdo firmado con el Gobierno Central se había establecido que no serían más de 300, por lo que ha declarado que le ha enviado una carta al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera,para recordarle el acuerdo, ya que "se hace imposible que podamos atender a más de 800 chicos". Además, ha manifestado que no se ha repatriado a los menores ni se han distribuido entre otras comunidades, a diferencia de Andalucía, comunidad en la que María Consuelo Rumí, Secretaria de Estado e Inmigración, declaró que se iba a proceder a la repatriación de800 menores queacogen allí, número que para Rojas "proporcionalmente no es el mismo".
Para que no se den este tipo de situaciones la consejera ha defendido que lo que hay que hacer es tomar medidas preventivas. Entre ellas ha propuesto la creación de centros de menores en el lugar de origen, donde se les forme, para que si Europa necesita mano de obra, se traiga a esas personas de forma lícita y con contrato.