La Consejería de Obras Públicas del Cabildo de Lanzarote ha iniciado el proyecto de ejecución de mejora de la carretera LZ-20, en el tramo comprendido entre Tiagua y Tinajo, que comprende unos cuatro kilómetros considerados como unos de los "más peligrosos" de la red viaria de la isla.
De esta forma se entra en la recta final del I Plan de Carreteras de la isla, diseñado en 2005, y que ha supuesto una inversión de casi seis millones de euros.
Así lo adelantaba este miércoles el consejero de Obras Públicas, Fabián Martín, con el ánimo de advertir "a los más de 4.500 conductores que de forma diaria hacen uso de esta carretera que conduce a Tinajo de que en poco más de un mes esta vía quedará totalmente cerrada al tráfico, desviándose el mismo por una carretera que de forma paralela pasa por el cementerio de Tinajo".
El proyecto de ejecución está presupuestado en 1.890.000 euros y tendrá un periodo de ejecución de unos ocho meses.
Traslado de palmeras
Aunque los movimientos de tierra están a punto de iniciarse, a expensas de que finalicen los trámites de expropiación que afectaban a 102 parcelas y que suman en su totalidad 48.258 metros, en estos días y en colaboración con el departamento de Medio Ambiente del Cabildo, se ha procedido "a marcar las palmeras, que una vez analizadas y de acuerdo con el protocolo medioambiental establecido por los técnicos, serán trasladadas de lugar, pues no hay que obviar que, precisamente, las dos hileras de palmeras que bordean esta calzada se configuran como uno de los principales peligros que se detectan de cara a los conductores".
En total, son más de 1.198 los ejemplares de palmeras que se contabilizan a ambos lados de la vía. Según el protocolo que se sigue "un 40 por ciento de las mismas tienen que ser destruidas de forma obligatoria, porque las palmeras están enfermas, y el 60 por ciento restante se reubicará en otras zonas del municipio, creando espacios de recreo". No obstante, algunas de estas mismas palmeras serán replantadas en los bandos de la nueva vía resultante, aunque a 18 metros de distancia del arcén.
Según ha explicado el consejero de Obras Públicas, "la importancia de esta obra es máxima por cuanto supone eliminar los puntos más peligrosos que se detectan en nuestra red viaria y que ha costado más de un accidente y de una vida". Así, y según el proyecto, los trabajos se centrarán en la mejora sustancial de la rasante de la carretera, señalización y balizamiento; en su reasfaltado y en la ampliación y acondicionamiento de los márgenes de carretera. Los dos carriles tendrán un ancho de siete metros a los que se les sumará 1, 5 metros por cada arcén, resultando 10 metros de calzada mientras que hasta ahora es de seis.