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El Ayuntamiento de Haría aprobó, en su sesión plenaria del pasado 17 de enero, una propuesta elevada por el primer edil norteño, José Torres Stinga, en la que se instará al Ejecutivo Nacional, al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Lanzarote a que se tomen las medidas necesarias para evitar la llegada del denominado insecto picudo rojo a los palmerales autóctonos de la isla, y en concreto al del municipio de Haría.
La propuesta de Alcaldía contempla cinco puntos referidos a solicitar distintas actuaciones de las autoridades que tienen competencia para evitar dicha posible amenaza. La misma fue aprobada por el pleno del Ayuntamiento y, en los próximos días, serán trasladadas las distintas instancias a los órganos competentes.
Cinco puntos
Dentro de los cinco puntos planteados, el Ayuntamiento instará al Gobierno del Estado Español a que haga efectiva la prohibición de importación de palmeras y que traspase las competencias en materia de Sanidad Exterior al Gobierno de Canarias "ante la inoperancia de los actuales sistemas de control fitosanitarios".
Del mismo modo, instará al Cabildo de Lanzarote a potenciar el vivero de Tahoyo para cubrir las necesidades de la isla.
Otro de los puntos aprobados señala que requerirán al Gobierno de Canarias para que prohíba el tráfico interior de palmeras en tanto no desaparezca la amenaza de esta plaga. Igualmente, esta propuesta de Alcaldía incluye dirigirse al Ministerio de Medio Ambiente, Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y del Cabildo, respectivamente, para que inicien las pertinentes inspecciones que puedan detectar las posibles infecciones del palmeral, así como las medidas preventivas para actuar frente a ellas.
El insecto -procedente de los tres países tropicales del Sudeste Asiático y la Polinesia- está aumentando paulatinamente su área de influencia. Este curculiónido pone las larvas en el capitel y de allí penetra directamente al tronco, labrando galerías de hasta un metro de longitud que se ramifica en el interior del mismo. Si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere.
Preocupación
En este sentido, el acalde de Haría, José Torres Stinga, ha manifestado su preocupación por la posible llegada del picudo rojo, tal y como lo ha hecho ya en la isla de Gran Canaria. Según el alcalde de Haría, el picudo rojo se ha convertido en la gran amenaza para los palmerales autóctonos, siendo inevitable la detención de una gran plaga si ésta llegase a afectar a las palmeras del norte.
Torres Stinga detalla que las importaciones de palmeras constituyen un riesgo importante, pudiendo provocar daños irreparables ante el nulo control sanitario que se ejerce desde el poder público estatal, quien tiene en estos momentos la competencia. Ante esta situación, el primer edil norteño, instará a que se cumplan los cinco puntos mencionados anteriormente, en la medida de evitar que este insecto tropical llegue a la isla de Lanzarote, sacudiendo de esta forma el palmeral norteño.