El alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández, acompañado de su concejal de Cultura, Oswaldo Betancort, y la directora del Archivo Histórico de Teguise, María Dolores Rodríguez, entre otras autoridades, presentaron este jueves el proyecto de digitalización del centro. Este nuevo servicio irá paulatinamente digitalizando toda la documentación existente en el servicio municipal para que sea utilizada por los científicos, universitarios o curiosos del mundo a través de Internet.
Con esta nueva prestación, totalmente gratuita, el ciudadano se podrá adentrar al Archivo Histórico de Teguise, el más antiguo de Canarias. Se creó en 1402, aunque queda muy poco de esa época, ya que sufrió un incendió a manos de los piratas en 1618, que además masacró la población, quedando la mitad de sus habitantes. La mayor parte de los edificios de La Villa fueron quemados.
A partir de ese mismo año, a finales de 1618, volvió a ponerse en funcionamiento el Archivo Histórico. Actualmente, está en la antigua Casa Perdomo del siglo XVIII, que se ubica en la calle Carnicería 8, en las cercanías de la plaza Clavijo y Fajardo.
Documentos de los siglos XVII y XVIII
La documentación más valiosa que tiene el archivo, según ha explicado el concejal de Cultura, Oswaldo Betancort, son los documentos del siglo XVII y XVIII, principalmente las actas capitulares (sesiones plenarias) y los libros de quintos (impuestos, la quinta parte del ganado, cosecha o comercio, que tenían que pagar todos los vecinos de la isla a los señores y que generaban muchas controversias). Además, son miles los legajos que ha ido recopilando este servicio, de la mano de su directora y del asesor Francisco Hernández.
El Archivo conserva la mayor parte de la historia de Lanzarote, y una pieza significativa de Canarias, ya que hasta mediados del siglo XIX, La Villa era la capital de Lanzarote. En este centro también se han ido conservando imágenes, historias sociales, libros, tratados de comercio, normas o legajos que conforman el pasado de la isla.
Toda la documentación será digitalizada a través de esta máquina especial que ha tenido un coste de 30.000 euros. El sistema, es un quipo alemán, cenital, de alta resolución, que preserva los manuscritos capturando las imágenes electrónicamente en JPG y PDF.
"El trabajo es arduo, porque muchos de los papeles necesitan una atención determinada, ya que incluso dentro de un mismo libro, las partidas de papel de la época cambian o el paso del tiempo les afecta de una manera distinta, con lo cual a la hora de reproducir hay que hacer un análisis de cada papel antes de digitalizarlos, hecho que ralentiza el proceso", indican desde el ayuntamiento.