En Lanzarote sólo se recicla un 5,6 por ciento de la basura que se deposita en los contenedores municipales. Durante 2007, se reciclaron 8.475 toneladas, sobre todo vidrio (2.493) y papel y cartón (4.577), según un estudio realizado por el Centro de Datos del Cabildo. Dicho así, puede parecer que se trata de cantidades muy elevadas, pero lo cierto es que el grueso de la basura que los ciudadanos generaron en la isla, 100.000 toneladas (es decir, el 94,4 por ciento del total), fueron sepultadas en el vertedero. Así, enterrada bajo la tierra, a esta basura no se le dará nunca otro uso, tan sólo alentará a la contaminación de Lanzarote, reserva de la Biosfera.
Además de ser la última en la cola del reciclaje en Canarias, cuya media oscila entre el 6 y 7 por ciento, la Comunidad Autónoma es la que menos recicla en toda España. Un habitante de San Sebastián llega a depositar casi 79 kilos, mientras que uno de Lanzarote no llega a 5 kilos. "Cuando se habló del reciclado en Lanzarote, la ciudadanía comenzó a seguirlo, pero la realidad es que al llegar a Zonzamas lo juntan todo y a excepción del vidrio, no se recicla nada", opina Miguel Ángel Fernández, de la asociación ecologista El Guincho.
INCENDIO Y PARALIZACIÓN DE LA PLANTA DE BIOMETANIZACIÓN
Triste realidad y falta de esperanza. El pasado mes de febrero ardió el vertedero en un incendio que fue provocado por la temperatura ambiente y el gas metano que emana el soterramiento de los residuos. Por otra parte, la planta de biometanización de Zonzamas, que sirve para convertir la materia orgánica en energía limpia, aún no se ha puesto en marcha. Y eso pese a que la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, aseguró en una visita al complejo el pasado mes de octubre que funcionaría en agosto.
Lo más grave es que, tal y como apunta Miguel Ángel, "Zonzamas está casi al límite, y la basura comienza a verse al borde de la carretera", por lo que considera que es un tema que se tiene que retomar "con carácter de urgencia".
EL ULTIMÁTUM DEL TIEMPO Y EL ESPACIO
El rápido crecimiento poblacional de la Isla ha contribuido también a que se desborde la situación. Si en 1993, año en el que la UNESCO concede a Lanzarote el distintivo de Reserva de la Biosfera, la población de derecho era de 72.755, en 2008 supera los 130.0000 habitantes. A esto hay que sumarle la basura extra que genera el turismo, sobre todo en verano.
Cuando en Zonzamas no haya espacio para albergar más residuos, sólo cabrán dos posibilidades: o se cierra el complejo y se comienza de cero en otro lugar de la Reserva de la Biosfera o se incineran los residuos. Las dos soluciones repercuten negativamente en el medio ambiente.
El tiempo y el espacio ya han lanzado su ultimátum y no cabe más opción que reciclar para salvar la delicada situación del vertedero y evitar el deterioro medio ambiental de Lanzarote.
ACN Press