Funcionarios de prisiones se han concentrado este viernes en el Centro Penitenciario de Tahíche en repulsa de por la agresión sufrida por un funcionario en la prisión de Cuenca.
Los sindicatos ACAIP-UGT y CSIF explican que la agresión se produjo al relevo de funcionarios, cuando el preso "se atrincheró en el baño", por lo que tuvo que acudir el jefe de servicios acompañado de tres funcionarios. Durante la intervención, detallan, el recluso "saltó desde el aseo por encima de los funcionarios con un cristal en la mano para atacaral jefe de servicios", llegando a cortarle en el cuello, a pocos milímetros de la yugular, "provocándole una herida muy sangrante".
Los trabajadores penitenciarios aseguran "estar hartos de la dejadez de la administración para solucionar el grave problema que se acumula en las prisiones españolas". Sostienen que se es "excesivamente laxo con los internos violentos, que no se toman las medidas adecuadas, y que se coarta de manera sistemática la actuación de los trabajadores". Además, denuncian "la falta de personal médico para atender a reclusos con problemas psiquiátricos y que puedan pautar la medicación adecuada", por lo que aseguran que la situación de riesgo aumenta "exponencialmente".
"Estamos convencidos de que, en esta ocasión, no habrá filtración de las imágenes de las cámaras de seguridad ni convocatoria de la Secretaría General a la puerta de los centros", aseguran desde los sindicatos. Vuelven a pedir " la consideración de autoridad de los trabajadores penitenciarios". "No hay excusas para seguir dilatando esta medida", sentencian los sindictos.
"Es curioso que cuando la agresión la sufre un mando, como ocurrió con la subdirectora de Villena, sea la propia Secretaría General quien convoca las concentraciones y anime a la participación, sin embargo, pueda poner trabas cuando a quien casi le cuesta la vida, es otro trabajador del centro", denuncian desde los sindicatos de prisiones, quienes solicitan "respeto por parte de los gestores".