Canarias junto a Cantabria son las dos únicas comunidades autónomas donde más tarde empiezan las rebajas, ya que por ejemplo, en Madrid y en Castilla La Mancha se iniciaron el día 1 y en el resto de lugares hoy domingo, 7. Después de varios años en los que las comenzaba este periodo en la provincia de Las Palmas antes que en la de Santa Cruz de Tenerife, en 2007 coinciden en fecha: el 8 de enero.
Hay que recordar que el pasado año se iniciaron en Gran Canaria el día 7, en Fuerteventura y en Lanzarote el día 9 y el 11 en las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Desde hoy domingo muchos escaparates de las Islas aparecen con los descuentos y ofertas de hasta un 50 por ciento para que los consumidores vayan tomando nota de lo que quieren adquirir. De hecho, en la jornada de este lunes se mezclarán en los comercios las devoluciones de Reyes con las 'gangas', así que lo más probable es que desde primeras horas se formen largas colas a la hora de pagar.
En 2006 los canarios se gastaron en las rebajas de invierno una media de entre 100 y 115 euros, por lo que este año se espera que esa cifra aumente, ya que en 2005 invirtieron en "chollos" una media de 90 y 105 euros. El grueso de las compras de los habitantes del Archipiélago se centra en la ropa y el calzado.
Según la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), hay casi un 70 por ciento de consumidores que manifiesta que prefiere esperar a las rebajas para adquirir determinados productos como la ropa, por la que se decanta más de un 35 por ciento, calzado más del 27 y complementos un 16 por ciento.
La organización de consumidores señala también que más de la mitad de los consumidores comprueba el precio de lo que desea comprar antes de que comiencen las rebajas para verificar las diferencias.
SON REBAJAS, NO SALDOS
Por eso, ante la llegada de este periodo, la CECU recuerda que todos los artículos que se vendan en rebajas deben haber estado a la venta con anterioridad en el establecimiento y explica que las rebajas hay que diferenciarlas de otras prácticas comerciales, como los saldos: venta de productos deteriorados u obsoletos que no impliquen riesgo o daño para el consumidor, las liquidaciones: ventas de carácter excepcional, producidas como consecuencia de una decisión judicial, cesación de la actividad, cambio de ramo, local, obra, etc., para dar salida a todos los productos existentes en el local; o las ofertas o promociones. Asimismo, CECU insiste en que la normativa prohíbe vender artículos defectuosos o con taras como rebajas.
En cuanto a los pagos, apunta que si un establecimiento permite pagar con tarjeta el resto del año, no puede negarse a aceptar este medio de pago en período de rebajas y recuerda que junto al precio rebajado debe aparecer el precio antiguo o bien el porcentaje de rebaja que se aplica en el artículo.
Respecto a la política de cambios o devoluciones, asegura que los comercios pueden no admitirlos siempre y cuando el producto no sea defectuoso y que así lo publiciten. Sin embargo, precisa que lo recomendable sería que la política del local fuera la misma en periodo de rebajas que durante el resto del año. Así, CECU aconseja que el consumidor se informe de esas posibilidades "y, por qué no, que esta política juegue también a la hora de decidir en qué comercio se hace una compra".