"Muchas gracias, y espero que esto no sea una despedida de Lanzarote". Así ha terminado el magistrado César Romero Pamparacuatro su intervención en las jornadas sobre la reforma del Código Penal que se están celebrando en Arrecife, y que ha comenzado con un especial agradecimiento "a mi gran amigo Nacho" (en referencia al director de las jornadas, el fiscal Ignacio Stampa, con quien trabajó estrechamente en el caso "Unión"). "Creo que si no es por él, yo hoy no estoy aquí. Ya se lo cobraré, viendo lo que hay", ha bromeado el magistrado, ante una sala abarrotada.
Mientras se mantiene la incertidumbre sobre si el Consejo General del Poder Judicial autorizará o no que continúe la instrucción de la mayor causa judicial abierta en Lanzarote y en Canarias, y a la espera de si llega o no esa prórroga de la comisión de servicios, Romero Pamparacuatro ha regresado a la isla para impartir esta ponencia, centrada en los delitos de cohecho y asociación ilícita. Y aunque no ha habido una sola referencia al caso "Unión", centrado principalmente en esos dos delitos, para el público asistente ha sido inevitable pensar en esa causa al escuchar muchas de las afirmaciones del magistrado.
Romero Pamparacuatro ha tildado de ["nimio"->39153] el "aumento de las penas de cohecho de tres a seis años que ha puesto el legislador", y ha advertido de uno de los riesgos que entraña esta reforma del Código Penal, está en las novedades que introduce con respecto a las "dilaciones indebidas" en el proceso judicial, que pueden suponer un atenuante en el cumplimiento de la pena.
En este sentido, Romero Pamparacuatro ha subrayado que no todas las causas implican los mismos trámites, y que hay procedimientos, en particular los relacionados con la corrupción, en los que los investigadores, para recabar información, "dependen de otras administraciones", que "pueden tardar seis meses en responder", y eso puede terminar jugando a favor del condenado.
Por esas y otras lagunas que, pese a la reforma, sigue encontrando en el Código Penal, el magistrado ha afirmado que "ahora, la sociedad tiene la impresión de que nos sale rentable cometer delitos". Y en ese "nos" incluía a las autoridades, los cargos públicos y los funcionarios.
Para argumentar su afirmación, ha recurrido a un ejemplo gráfico: "Yo no me pringo por un paquete de chorizos, ¿pero por dos o tres millones de euros?? ¿Y qué me cae? ¿De 3 a 6 años? ¿Y si tengo suerte y hay alguna dilación indebida?? En teoría, se me suspende la pena. A partir de ahí, todo lo que se diga que la reforma supone un avance en la regulación del cohecho, sí, pero con muchos matices".
"Menos que una multa de tráfico"
En cualquier caso, sí ha destacado que hay avances y un aumento de las penas, porque hasta ahora "había cohechos que se podían castigar con menos que una multa de tráfico", pero considera que "sigue habiendo omisiones o ámbitos de actividades que podían tipificarse y que, sin embargo, no se han tipificado" "No es que esté mal regulado el cohecho, pero se podría haber aprovechado más la reforma".
Entre los avances del nuevo Código Penal, se incluye un endurecimiento de las penas por "cohecho impropio". Es decir, por sobornos que no pagan en metálico, sino a través de regalos. Sobre este cambio, Romero Pamparacuatro ha respondido a aquellos que piensan que el cohecho impropio no es tan grave como para implicar penas de cárcel o que "no perjudica a la administración. ¿Cómo que no? No sólo hay que serlo, sino parecerlo. A mí, al menos, me exigen eso".
Respecto al riesgo de reincidencia, ha cuestionado que se descarte cuando el imputado o condenado ya no esté en cargo desde el que delinquió, pero sí en otra administración. "No, yo sigo manteniendo que sigue siendo autoridad", ha afirmado Pamparacuatro, que en la instrucción del caso "Unión" vio como la Audiencia Provincial ordenaba la excarcelación de María Isabel Déniz, alegando entre otras cosas que no existía riesgo de reincidencia porque ya no estaba en el Ayuntamiento de Arrecife, pese a que sí continuaba ocupando un cargo público en el Gobierno de Canarias.
"Una gran novedad"
Respecto al delito de asociación ilícita, ha afirmado que "aquí sí hay una gran novedad", porque hasta ahora, "decir que este delito tenía regulación era como buscar la isla de San Borondón". Con la reforma, se distingue entre agrupación criminal y grupos criminales, y también se aclaran conceptos y se establece que ya no es necesaria la participación activa en esa asociación ilícita para incurrir en este delito, sino que basta con "colaborar" con ella, incluso económicamente. Sin embargo, considera que ha faltado mucha más definición y que, por ejemplo, lo referido a la catalogación de las penas "es de locos".
En su ponencia, el magistrado ha dejado claro que considera que "la reforma se ha hecho deprisa y mal", "con carencias de técnica legislativa". Una opinión en la que han coincidido muchos de los ponentes de las jornadas, que han dejado claro que habrá que esperar a que exista jurisprudencia para saber cómo interpretar determinados artículos de la ley. "He planteado interrogantes que yo no he sido capaz de resolver. Los tendrá que resolver el Tribunal Supremo, y espero que sea cuanto antes", ha concluido Pamparacuatro.
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