Política

Carta a Pedro Sánchez

Reproducimos la carta que varios afiliados de VOX  redactaron para hacerle entrega en la puerta de La Mareta a Pedro Sánchez. Entre los que se encontraban Fernando Bermejo, coordinador insular, Jaime Canomanuel, secretario insular y otros afiliados como Sigfrid Soria.

 

A la atención del presidente del Gobierno de España

 

                                                              Pedro, aseguraste a todos que venías porque el otro no convocaba elecciones generales, pese a que el Tribunal Supremo había condenado por corrupción a su Partido, y que tu única intención era desalojar a quien no merecía seguir gobernando para tener tú como presidente la capacidad de darnos a todos los españoles la oportunidad de decidir democráticamente quién debería hacerlo. Sonaba hasta bien, ofrecías en aquel momento acción y posibilismo frente al desesperante dontancredismo del saliente.

Pero, nada más llegar te sacaste de la manga lo de dar estabilidad. Y te montaste en el helicóptero y en el Falcon hasta para ir a conciertos y a bodas de familiares. Y pasaste de la estabilidad a fijar la mirada en 2020, aunque para ello tengas que gobernar con el presupuesto del que echaste, pero no uno, si hace falta hasta dos años. Porque tienes 84 diputados de 350 y recabar apoyos para un PGE que requiere 176 implica que tengas que bajar al infierno. Los 92 que te faltan son los que hipotecan tu mandato y la vida de todos nosotros; das por buenas las posiciones chavistas-comunistas y las separatistas. Pero aún dándolas por buenas, no eres capaz de recabar definitivamente sus apoyos y deambulas por la indignidad política arrastrando los intereses de España, y de todos nosotros.

En medio de todo este insostenible despropósito has aterrizado ayer en Lanzarote. Vienes de vacaciones con tu mujer, tus hijas y hasta tu perra. Estás alojado en una villa propiedad de todos los españoles llamada La Mareta, de Patrimonio Nacional, y has venido en el Falcon 900 del Ejército del Aire, también propiedad de todos los españoles. Aquí surge la primera pregunta. Si vienes de vacaciones, ¿no tenías que haber viajado en un vuelo comercial y haberte alojado en un hotel, pagando todo ello de tu bolsillo?

La segunda pregunta que te formulo tiene que ver con el efecto llamada que has producido con tu irresponsable política de inmigración ilegal, efecto que concretamente en Lanzarote estamos padeciendo con una incesante avalancha de pateras. Dicho efecto llamada se produce por ser el único de la UE que autoriza el traslado de víctimas de las mafias, recogidas a escasas millas del continente africano hasta España, a miles de millas náuticas de distancia. Ofreces a esa gente lo que niegas a los españoles más pobres, y te autodenominas socialista. Por cierto, el SIVE en Lanzarote no funciona como debería, supongo que lo sabrás. ¿Vas poner fin al efecto llamada que generas y que pone en peligro vidas humanas?

La última cuestión tiene relación con lo preso que estás por el separatismo, ya que ellos te hicieron presidente y te ilusionan, cual iluso, con apoyarte para que lo sigas siendo. Das cientos de millones de euros a la Generalidad de Cataluña sin soporte legislativo ni presupuestario, a tu libre albedrío, detrayendo evidentemente dichas cantidades de las que corresponden al resto de españoles. ¿Vas a cortar la llave de la manguera con la que riegas al separatismo con el agua de todos los españoles? Seguramente has pensado que con el agua apagarías el fuego independentista, siendo este de tipo F. Con Canarias tienes pendientes importantes compromisos económicos y vemos con desesperación como los incumples mientras el fuego separatista catalán se aviva y esparce, porque ese tipo de fuego se multiplica echándole agua, nuestra agua, la de Canarias.

Pedro, así no. Ocupando un cargo que nos aseguraste en mayo que no ibas a ocupar siete meses después, cogiendo nuestros aviones y helicópteros oficiales para tu uso estrictamente privado, dando a extranjeros lo que no tenemos y regalando lo que es nuestro a quienes desean romper lo que somos, no; de ninguna manera. Así no eres bienvenido a Lanzarote.

 

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