Política

La campaña “La Graciosa sin humo” sigue sumando críticas dentro y fuera de Canarias, exigiendo a Teguise que rectifique

Este jueves se ha sumado el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias, y también el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo ha dirigido una carta al alcalde

Presentación de la campaña La Graciosa sin humo

La campaña “La Graciosa sin humo” sigue despertando críticas tanto dentro como fuera de Canarias, pidiendo al Ayuntamiento de Teguise que rectifique y que se desmarque de lo que consideran que en realidad es una “operación de marketing” de la tabacalera Philips Morris, que pretende “utilizar” la imagen de la octava isla para promocionar otros productos “igualmente perjudiciales para la salud”.

A la polémica se ha sumado incluso el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que ha dirigido un carta al alcalde, Oswaldo Betancort, solicitando la retirada de la campaña. En su escrito, subrayan que esta colaboración con Philips Morris International “viola el Convenio Marco para el Control del Tabaquismo, en vigor el 27 de febrero de 2005 en España”, que “prohíbe el patrocinio o participación de la industria tabacalera en acontecimientos, eventos y actividades, cuyo fin último no es otro que promocionar sus productos”.

El mismo mensaje habían lanzado ya desde el Colegio de Médicos de Las Palmas y el Colegio de Dentistas, entre otros, y a ellos se ha sumado también este jueves el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias. Esta entidad, que representa a los farmacéuticos de la Comunidad Autónoma, ha mostrado su “frontal oposición” a la campaña “La Graciosa sin humo” que ha puesto en marcha la tabacalera en colaboración con el Ayuntamiento de Teguise.

“Los farmacéuticos entendemos que se está utilizando la imagen de una de nuestras islas con una clara estrategia de marketing para disfrazar, bajo una falsa apariencia de 'buenas intenciones', el objetivo de aumentar las ventas de productos derivados del tabaco, como son los dispositivos IQOS, claramente nocivos para la salud y el bienestar de la ciudadanía”, advierten en un comunicado.

Al respecto, señalan que estos productos “exponen a los consumidores a compuestos químicos y tóxicos producidos por el calentamiento de la glicerina, el propilenglicol, la nicotina y los aromas contenidos en los líquidos de estos productos que, además, liberan carcinógenos, como el formaldehído, el glicidol y el óxido de propileno, con potenciales riesgos para la salud”.

Además, tal como habían hecho ya otros colegios de profesionales sanitarios, advierten que esta acción impulsada por el Ayuntamiento de Teguise “contraviene la restricción del patrocinio y la participación en eventos y actividades donde intervengan empresas tabacaleras, según se estableció en el año 2003 en el Convenio Marco sobre el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud”.

“Como profesionales sanitarios, nos vemos obligados a denunciar este tipo de campañas que enmascaran intenciones perniciosas sobre la salud de las personas a las que debemos proteger y cuidar, y como colegios profesionales, apoyamos las denuncias públicas que ante estos hechos han llevado a cabo otras instituciones colegiadas, fundaciones, asociaciones y colectivos”, concluyen en su comunicado.

Por su parte, desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo han lanzado incluso “un reto” al alcalde: “promocionar una isla atractiva al turismo, mediante la aplicación de las medidas necesarias para considerarla libre de humos de tabaco y aerosoles proporcionados por los productos de tabaco calentado y dispositivos susceptibles de liberación de nicotina”. Es decir, excluyendo también los productos que pretende promocionar Philips Morris.

Al respecto, subrayan que “las grandes tabaqueras, con poder de mercado, inteligencia de marketing e inmensos presupuestos, utilizan grandes agencias de comunicación para conseguir tener impacto en los diferentes públicos objetivos, reposicionando en el mercado sus dispositivos de liberación de nicotina”.

Además, advierte que también “invierten en relaciones públicas en eventos diversos, patrocinios, creando una imagen corporativa de responsabilidad social y de aparente interés por la salud, secuestrando conceptos de salud pública como la reducción de daños, incluso marcando objetivos de lograr una generación libre de humo de tabaco” e “interfieren a todos los niveles sociales y políticos para retrasar y debilitar las políticas de control del tabaco”.