Este lunes la Granja Agrícola Experimental acogió una charla coloquio sobre seguros agrarios, de la mano de Víctor Herrera, jefe del departamento de Desarrollo Agrícola de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias. El porcentaje de los agricultores y ganaderos conejeros que contratan seguros es relativamente bajo. "Tenemos un bajo nivel de contratación a pesar de contar con varios seguros específicos para la isla de Lanzarote".
Dentro del Plan de Seguros Agrarios existen más de cien líneas y subvenciones. Entre ellas, algunas tienen más interés para Canarias, como la línea de aseguramiento de papas, instaurada en 2005 por primera vez, que cubre el pedrisco, el viento huracanado, la lluvia torrencial y la lluvia persistente. Para Lanzarote, concretamente, hay dos líneas exclusivas. La primera de ellas es la línea de viñedo integral de Lanzarote, que cubre cualquier circunstancia extraña y ajena al control de la explotación, con el único requisito de que los viñedos estén inscritos en el registro vitícola. La otra línea para la Isla es la del cultivo de cebolla.
Entre los agricultores y los ganaderos, los seguros no tienen gran popularidad. Durante el coloquio, algunos se quejaban de la existencia de desajustes en estos seguros. "Dicen que el seguro cubre 1300 kilos, pero la producción en la Geria, por ejemplo es de 3000 kilos, por lo que a nada que saques algo, sacas esos 1300 y ya no te dan nada", explicaba José Aguiada, presidente de la Asociación de Agricultores de Tinajo. En casos como éste, "hay que solicitar un cambio", contestaba Víctor Herrera. "Cuando se elaboran estos planes de seguros, se hacen teniendo en cuenta datos que muchas veces no engloban ciertas excepciones o zonas concretas, pero si estas tienen lugar, se pueden demostrar con las declaraciones de cosecha, para así adecuar los seguros a los rendimientos".
Herrera, sin embargo, atribuía esta baja contratación de seguros agrarios al "perfil de la agricultura y ganadería en Lanzarote. El seguro va asociado a una gestión profesionalizada y a un porcentaje de dedicación elevada".
En el caso de la ganadería, los seguros que cubren las muertes o inutilizaciones de los animales por rayo, despeñamiento, ahogamiento, estrangulación, atropello, envenenamiento, asfixia, ataques de otros animales, etc, exigen la condición de que estos animales estén identificados e inscritos en el registro de la explotación.