En enero de 2024, Lanzarote recibió más de 271.000 turistas. En otras palabras, la isla de los volcanes, con 156.00 habitantes censados, casi duplicó su población solo en el primer mes del año. Tras ello, en febrero, los hoteles de la isla hicieron su agosto, con un 90% de ocupación y subiendo la facturación hasta los 130 euros de media por noche.
El overturism o sobreturismo es el fenómeno de la masificación turística que sufren algunos destinos vacacionales tras la llegada excesiva de viajeros a un espacio determinado. Sobre esto, el informe de Sostenibilidad del Turismo en Canarias, sobre el año 2023, elaborado por un equipo de investigación de la Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), dentro del Observatorio de Turismo de Canarias, concluye que "no hay un problema general de congestión y overturism" en Canarias, pero sí "problemas relevantes" relacionados con la llegada de turistas a las islas.
Así destaca, por ejemplo, la "congestión del tráfico" en los espacios naturales o problemas en "la disponibilidad de vivienda" en torno a las áreas turísticas. La investigación atribuye estas dificultades a "un déficit de gestión" por parte de las administraciones públicas y las fuerzas políticas para hacer frente a los efectos negativos de la concentración de turistas en determinados puntos de las islas.
Hasta ahora, estos impactos negativos se veían reducidos por la "especialización de usos", que diferencian las zonas turísticas de Canarias de las residenciales, y por la llegada "uniforme" de turistas a lo largo de todo el año. Sin embargo, a la ocupación hotelera y extrahotelera (apartamentos) se ha sumado el auge de la vivienda vacacional fuera de los espacios turísticos.
Además, núcleos como el tramo turístico entre Matagorda y Los Pocilllos concentran una desproporción entre residentes y plazas turísticas. Por ejemplo, hay menos de un residente por cada diez plazas en hoteles, apartamentos o viviendas vacacionales.
Mientras tanto, en el caso del litoral de Costa Teguise, las plazas hoteleras duplican a la población residente, y sumando las camas de viviendas vacacionales o las plazas en apartamentos turísticos, casi las cuadruplican.
A pesar de esto, los turistas encuestados por el Observatorio de Turismo de Canarias en 2022, año en el que se alcanzaron cerca de 17 millones de pernoctaciones solo en Lanzarote, valoraron con un notable alto la tolerancia de la población conejera hacia el turismo y con un 6,67 la importancia de la masificación en las zonas turísticas de la isla.
Ya en 2024, Lanzarote y Canarias han recuperado los datos de llegadas de pasajeros y turistas tras la pandemia por coronavirus, que llevó a las islas a un cero turístico. También prevé que se alcancen récord de ocupación y llegadas a lo largo del año.
En la actualidad, Lanzarote tiene 107 plazas alojativas por kilómetro cuadrado, la mayor capacidad de Canarias y muy por encima de la media regional (73).