Este martes 10 de octubre se celebró el Día Mundial Para la Prevención del Suicidio, una jornada en la que se intenta visibilizar un problema que a día de hoy sigue siendo tabú. Y es que según los últimos datos oficiales, Canarias cerró el 2022 con 233 suicidios. Marta Ceñal fundó en el año 2018 una página de Facebook llamada El Descanso de Pedro tras el suicidio de su hijo a finales de 2017.
Por este motivo, se acercó a una parroquia para que le pudieran dejar un local donde hacer reuniones de forma presencial. "Así empecé en el 2018, y ya en el 2019 creé una asociación llamada GAMAS (Grupo de Ayuda Mutua de Afectados por el Suicidio), la cual ofrece una ayuda mutua de afectados por el suicidio con sede aquí en Lanzarote", cuenta.
Asimismo, realizan talleres y charlas con las que por fin han conseguido entrar en los colegios e institutos para concienciar, desde temprana edad, sobre este problema social. "Nos costó muchísimo porque nos cerraron las puertas en todos los institutos hasta que en 2023 se empezaron a dar charlas en el instituto de Costa Teguise", comenta.
Además, a lo largo de los años se han unido personas de todo el mundo provenientes de países como México y Argentina y también de la península de Madrid o Valencia.
Los adolescentes, los más propensos a suicidarse
En cuanto al aumento de suicidios, "en adolescentes se ha triplicado", según detalla Ceñal. Uno de los factores fundamentales es la competitividad de los institutos, ya que "las notas, las redes sociales, el bullying y el acoso hacen que aumente este problema", explica.
"Ya se está metiendo mucha mano porque los chicos se aíslan cuando se dan estas charlas en los centros donde se les informa que hay recursos y que tienen que solicitarlos si se encuentran mal o alguien les está acosando", expresa. "Creo que es una manera importante de empezar la prevención en las escuelas y en los institutos para que crezcan nuestros hijos con una mente sana", opina.
La educación en salud mental se debe hacer desde el comienzo de la adolescencia, a partir de los 13 años. "Los niños cuando tienen su edad, su parte fundamental son sus amigos, su grupo, y cuando los apartan o los acosa, no suelen demostrarlo, se lo callan", aclara.
Cómo actuar ante una persona que tiene pensamientos suicidas
Los cambios de conducta para identificar si una persona tiene este tipo de pensamientos pueden ser claves. "Tenemos que estar pendientes porque esos cambios importantes y repentinos en su conducta significa que algo internamente no está bien y, si no está bien, puede tener un brote", declara.
Estos cambios pueden ser conductuales o verbales. En el caso de Marta Ceñal, al mirar hacia atrás y ver la actitud que tuvo su hijo antes de quitarse la vida se dio cuenta de que empezó a tener conductas poco habituales en él. "Empezó a tener actitudes muy peligrosas, que yo achacaba a que era joven", recuerda.
Según Ceñal, a los jóvenes que tienen pensamientos suicidas "les molesta todo y no quieren compartir nada con la familia". Además, "si antes dormían mucho, ahora dejan de dormir, si salían mucho con los amigos, se aíslan", cuenta. Estas conductas suelen ser contrarias a las que tenían antes, cuando estaban sanos psicológicamente.
La empatía juega un papel fundamental a la hora de hablar y actuar. "Ser empático es vital porque nosotros no podemos entender muchas veces por lo que están pasando y muchas veces les decimos frases como 'con todo lo que tienes' o 'con todo lo que yo te he dado'", explica Ceñal.
Esto es lo peor que podemos decirle a alguien porque lo que debemos hacer es "empatizar con él o con ella y decirle que saldremos de este problema juntos", afirma. Debemos ponernos del lado de la persona para que se sienta apoyada y comprendida, que vea no le quitamos hierro al asunto porque verdaderamente es algo grave.
"Ellos están en una espiral de la que no saben salir y debemos sacarles de la mano, no juzgarlos y, sobre todo, escuchar, que es algo muy difícil", aconseja.
Avances que siguen siendo insuficientes
En los últimos años se ha puesto sobre la mesa las palabras suicidio y prevención, algo que hasta hace pocos años era completamente tabú.
La visibilidad es clave para que esta dolencia deje de estar estigmatizada y se pongan medios para luchar contra ella. Y es que cuando alguien se suicida, la víctima no es solo la persona fallecida, sino el resto de su familia y entorno. "Por cada persona que se suicida quedan afectados mínimo seis personas y de esos seis, no todos toman el camino que yo he tomado", aclara Marta Ceñal.
A GAMAS acuden los familiares en busca de ayuda, apoyo y comprensión para sobrellevar mejor el duelo al que se enfrentan por la pérdida de un familiar. "Muchos de ellos entran en un duelo que ni superan o están con depresión acudiendo a un psiquiatra y con tratamientos con medicación", expresa. Además, cuenta que algunos de esos familiares "terminan también suicidándose porque su hijo ha fallecido y no pueden vivir con ese dolor", afirma.
Por ello, la Asociación está intentando que el Cabildo de Lanzarote les dote de un dinero para poder tener un psicólogo permanente dentro de la propia entidad y que las personas con pocos recursos puedan utilizar. "No todo el mundo puede pagar 60 euros semanales para acceder a este servicio y, además, la poca preparación que tienen los psicólogos todavía en cuanto al suicidio", argumenta.
Recientemente, desde el año 2023, la carrera de Psicología ya incluye en su último año una asignatura sobre la prevención y también se han creado másteres.
Si necesitas ayuda contra el suicidio o conoces alguna persona que la requiere, el número de teléfono 024 está destinado para ello y está disponible los siete días de la semana las 24 horas del día.