El colectivo PLZ21 ha presentado una propuesta que pretende impulsar las energías renovables en Lanzarote y que la isla avance hacia la descarbonización y, al mismo tiempo, "evitar la dispersión de instalaciones energéticas y que se altere de forma irremediable el paisaje".
En la actualidad, pese a que Lanzarote cuenta con unas condiciones muy apropiadas para la implantación de energías renovables, apenas representan el 11,2%, frente al 20% de Canarias y el 46% que se alcanza en el conjunto del Estado.
En la Isla hay unos 31,5 megavatios eólicos, que serán más de 40 cuando esté en marcha el nuevo parque público, mientras que la potencia fotovoltaica se sitúa alrededor de los 18 megavatios. La demanda punta en la Isla es de 130 megavatios, con unas pérdidas por transporte y distribución de 24 megavatios, por lo que la potencia necesaria de generación es de al menos 154 megavatios, según expone el colectivo en un comunicado de prensa.
“La premisa de partida para la implantación de equipamientos energéticos debe ser la mínima contaminación visual posible, en áreas muy acotadas, para evitar la dispersión de este tipo de infraestructuras, teniendo en cuenta también la topografía del terreno, para que la instalación sea lo menos visible posible”, señala PLZ21 en un estudio en el que considera una serie de directrices que debería tener la implantación de energías renovables.
Como se recordará, el Plan de Transición Energética de Canarias (PTECan), elaborado en la pasada legislatura, establecía para Lanzarote un área potencial disponible para eólica terrestre de 89,3 kilómetros cuadrados, además de una zonificación para fotovoltaica de 196 kilómetros cuadrados, “con dispersión por toda la Isla, lo que nos abocaría a un modelo con elevado impacto visual y afección al territorio, además de abrir la puerta a un fenómeno de especulación sobre el suelo rústico”, exponen desde el colectivo.
“Por todo ello”, destaca PLZ21, “lo que resultaría procedente es que desde Lanzarote se articule un proceso para definir qué suelos son los adecuados, acotándolos al máximo y fijándolos de forma exclusiva, en vez de abrir la mano con una zonificación altamente expansiva como la del PTECan, que causaría un alto impacto territorial y paisajístico irreversible”.
Menos del 1% del suelo
De cara a materializar la transición energética de Lanzarote y a afrontar retos como la electrificación del transporte con fuentes renovables, desde PLZ21 se plantean una serie de áreas para la instalación de hasta 150 megavatios de energía eólica y 300 megavatios de fotovoltaica, "concentrando estos equipamientos en unas pocas localizaciones".
Así, para la implantación de nuevos aerogeneradores aboga por dos zonas en el entorno de Zonzamas y Montaña Mina, en un entorno en el que ya se han venido instalando parques eólicos públicos. Según PLZ21, la zonificación de superficie necesaria de reserva de suelo para alcanzar el objetivo de eólica sería de 4,5 kilómetros cuadrados, "superficie muy inferior a los más de 89 kilómetros cuadrados previstos por el PTECan en Lanzarote".
En cuanto a la fotovoltaica, se sugieren seis zonas, escogidas “por su topografía con menor impacto visual y por su cercanía a las redes eléctricas”. Además de utilizar el entorno de Zonzamas y Montaña Mina, se plantea otra zona en las inmediaciones del karting de San Bartolomé o en las proximidades del karting de Tías y un espacio ubicado al norte de la central térmica de Punta Grande. En total, tres kilómetros cuadrados frente a los 196 kilómetros del PTECan.
En resumen, desde PLZ21 se propone "una superficie para implantación de energía eólica de unos cuatro kilómetros cuadrados y para implantación de fotovoltaica una superficie de tres kilómetros cuadrados", menos de un 0,9% de la superficie insular. El colectivo lo muestra en contraposición al PTECan, "cuya aprobación definitiva permitiría utilizar el 34% de Lanzarote para equipamientos energéticos".
Iniciativa pública
PLZ21 considera que es el momento de “fijar las bases y criterios que han de marcar el desarrollo de las energías renovables en Lanzarote”, para evitar el impacto que se está produciendo, por ejemplo, en la vecina isla de Fuerteventura, con "una alarmante dispersión de este tipo de instalaciones por el territorio por parte de la iniciativa privada".
A juicio del colectivo, hay que “evitar una planificación que no responda ni a los intereses insulares ni al acervo acumulado durante décadas sobre el respeto al paisaje, que han hecho de Lanzarote un destino turístico con personalidad propia y diferenciada en el contexto global”.
Además, PLZ21 considera que deben seguir siendo las instituciones públicas de la Isla las que lideren la implantación de energías renovables, ya que es “la manera más adecuada de garantizar que, en última instancia, la ciudadanía de Lanzarote se beneficie del aprovechamiento del sol y del viento”, y que los recursos generados reviertan en el propio abastecimiento eléctrico y de agua potable.