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El Grifo inicia las celebraciones de su 250 aniversario

En 2025, se cumplirán 250 años de la fundación de la bodega, cuyos propietarios, los hermanos Otamendi, hoy han presentado la obra creada por Ildefonso Aguilar para la colección privada y en la que se inspira la etiqueta de su vino conmemorativo

Inicio del 250 aniversario de El Grifo (Fotos: Juan Mateos)

En 2025, El Grifo cumple 250 años siendo una de las diez bodegas más antiguas de España, celebración a la que se ha dado inicio este jueves con un acto en sus instalaciones al que han asistido personalidades de la isla como Isidro Pérez Martín, alcalde de San Bartolomé.

Junto con los propietarios actuales, los hermanos Juan José y Fermín Otamendi, así como el equipo de la bodega, ha estado Ildefonso Aguilar, autor de la obra titulada Bajo el volcán, creada para la colección privada y en la que se inspira la etiqueta de su vino conmemorativo Malvasía Lías 2018.

Isidro Pérez Martín, alcalde de San Bartolomé, ha subrayado la valentía de la bodega a lo largo de los años y no se ha olvidado del papel que juegan los viticultores. Ellos y ellas con su trabajo perpetúan un oficio fundamental.

Por su parte, Ildefonso Aguilar ha señalado sentirse muy orgulloso por haber recibido la llamada personal de Fermín Otamendi, quien le invitó a crear en un lienzo una imagen personal de la isla. Y Juan José Otamendi ha expresado la alegría de la bodega en su conjunto y el compromiso con seguir defendiendo la viticultura de la isla, que sin duda es heroica.   

Desde 1775, cuando se construyó el lagar cubierto, El Grifo ha permanecido activa de manera ininterrumpida demostrando una resilencia ultra notable y elaborando vinos complejos que van un paso más allá y expresan el territorio. La bodega de San Bartolomé ya hacía vino antes de dicha fecha. Fueron los primeros en venderlo embotellado y, desde 2022, abanderan el proyecto de Vendimia de Invierno, un ensayo que nace con el objetivo de buscar alternativas al cambio climático. Estos son algunos de los hitos que corroboran su carácter inquieto ante el cual no existen barreras por mucho que el llamado viñedo de lo imposible lo ponga difícil.