Este miércoles se ha encontrado muerta una cría de cornuda, también conocida como tiburón martillo, en la playa de Los Pocillos de Puerto del Carmen. Se trata de un tipo de tiburón martillo de aproximadamente un metro de largo, que suele permanecer mayormente en aguas poco profundas a lo largo de la costa para evitar el peligro de caer en la boca de los depredadores.
Según han informado desde el Ayuntamiento de Tías, los hamaqueros de la playa han sido los que han encontrado el cadáver del animal por la zona del Hotel Jameos Playa de Puerto del Carmen. En estos momentos, el concejal de Playas del Consistorio, Christopher Notario y los expertos de fauna salvaje se han trasladado a la zona.
Como ha comunicado el Consistorio, se desconocen los motivos por los que han llevado a la muerte del animal, que acabó varado en esa playa.
Sigue la prevención por la bacteria E.Coli
Cabe recordar que se este martes se izó la bandera roja en la playa de Los Pocillos por la presencia de la bacteria E.Coli, como ya informó La Voz según fuentes del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote. Ha ocurrido en un tramo de la playa, concretamente, en la también conocida como playa de Matagorda. En concreto, el tramo de playa en el que permanece prohibido el baño es el que está situado en la trasera del Hotel Jameos Playa de Puerto del Carmen.
Según informó el concejal de Playas de Tías a este periódico, el análisis se hizo este pasado lunes y los resultados se recibieron este martes. Por tanto, solo se ha colocado la bandera roja en el tramo afectado. Ahora, este miércoles, sigue la prevención en ese tramo de la playa por la bacteria.
La Escherichia Coli es una bacteria presente en el intestino del ser humano y de otros animales de sangre caliente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de sus cepas son "inofensivas", pero algunas de ellas, como la E.Coli productora de toxina Shiga puede causar "graves enfermedades a través de los alimentos".
La E. Coli productora de Shiga puede producir calambres abdominales y diarrea, también con sangre, fiebre y vómitos. Además, la mayoría de los pacientes se recuperan en el término de diez días.