Ecologistas en Acción ha mostrado su oposición al proyecto de cultivo de jaulas de dorada, lubina y atún atlántico, que la empresa Yaizatún, pretende instalar entre La Bufona en Arrecife y la Playa del Barranquillo en Tías. El grupo ecologista ha solicitado que se deniegue la autorización a los organismos responsables y que se cierre el expediente.
Así pues, el colectivo ha señalado que esta iniciativa es "negativa para el medio marino, dado su impacto sobre los hábitats y las especies amenazadas" y que, además, "ignora" la normativa internacional y de la Unión Europea.
Ecologistas en Acción ha tachado como “todo un despropósito ambiental, social y económico” el proyecto que Yazaitún pretende llevar a cabo en la costa centro-este de Lanzarote, para criar anualmente 9.000 toneladas de atún, 3.300 de lubina y 1.700 de dorada.
Daños al ecosistema
Para cumplir con estas pretensiones, la empresa debería instalar 56 jaulas de entre 30 y 50 metros de diámetro, a una profundidad media de 42 metros, lo que según el grupo ecologista supondría “arruinar la calidad de las aguas marinas, fundamentales para la salud de la vida vegetal y animal, para las personas y para las actividades económicas que se desarrollan en la zona, pesqueras, deportivas, y para la salud de bañistas”, ya que esta costa es la más frecuentada para el ocio, actividad que sustenta la principal economía insular.
El colectivo, que pide la denegación del proyecto y la paralización definitiva del expediente, no entiende cómo puede entrar a valorarse una iniciativa empresarial que atenta contra una zona que posee la categoría de “Interés para los Ecosistemas Canarios”, que está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la catalogación de “vulnerable”, y en la Directiva Hábitats, con partes pertenecientes a la red de Zonas de Especial Conservación (ZEC) de Canarias (Red Natura 2000).
Además, han señalado la ubicación de las jaulas de engorde que proyecta la empresa Yaizatún “infringe la distancia mínima de seguridad y se establece sobre el hábitat potencial de Sebadales de Guasimeta (Zona de Especial Conservación desde 2010), donde cualquier actividad perjudicial está prohibida”. A este respecto, Ecologistas en Acción, subraya que “mantener saludable las aguas y fondos marinos es la única forma para que vivan las praderas marinas (sebadales), ya muy diezmadas”.
Afección al paisaje
A estos argumentos, el grupo ecologista ha sumado la afectación del proyecto al paisaje marino, dada la cercanía a la que estarían las jaulas (entre 2,5 y 4,0 kilómetros) de zonas muy pobladas como Costa Teguise, Arrecife, Playa Honda o Puerto del Carmen.
Y han recordado que, como Reserva de la Biosfera, “se deben anular las actuaciones que supongan alteraciones de la calidad paisajística y generen riesgos para el uso de ocio del litoral”, en este caso, señalan, por contaminación o frecuencia de fauna marina salvaje peligrosa para la ciudadanía y para especies locales.
Entre los "muchos inconvenientes que el proyecto de Yaizatún supondría para la zona", Ecologistas en Acción, ha insistido en señalar que “la acuicultura en jaulas de engorde altera el medioambiente marino y afecta a las praderas de fanerógamas por el aumento de nutrientes que potencian el crecimiento y la reproducción de especies oportunistas de rápido crecimiento, afecta a la reducción lumínica y altera las cantidades de nitratos y fosfatos, debido a que los vientos dominantes dispersan el material orgánico vertido para el engorde”.
Ecologistas en Acción ha subrayado que es "especialmente peligroso" para el equilibrio del ecosistema es el cultivo del atún que se engorda con cebo vivo (se utilizan 15 kilos de sardina, chicharro o caballa, sin procesar, para que un atún rojo en cautividad gane un kilo de peso). Y, como ya ha sucedido en otras islas del archipiélago, recuerdan que existe una "alta posibilidad de escapes de las jaulas, sobre todo de lubina, que se alimenta de peces autóctonos, diezmando la población".
Asimismo, han insistido, que el pienso y el cebo vivo atrae a peces en libertad como rayas y tiburones, cuya supervivencia peligra al entrar en contacto con las jaulas. Ecologistas en Acción ha apuntado, en concreto, a algunas especies que están incluidas en catálogos de protección internacional y en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), como el angelote o tiburón ángel, que figura en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como especie en peligro de extinción. El grupo ecologista señala que el litoral de Tías y San Bartolomé son lugares esenciales para la supervivencia de esta especie marina.