Diecisiete escolares de primero de la ESO del CEO Playa Blanca visitaron este martes las instalaciones del 'Centro de Acogida de Animales' de Yaiza para conocer de cerca cómo viven mascotas que fueron abandonadas o maltratadas por sus propietarios, que ahora disfrutan de los cuidados municipales, con la inestimable colaboración del voluntariado de la protectora 'Doggys del Sur', mientras encuentran un hogar de adopción.
La concejala de Bienestar Animal de Yaiza, Águeda Cedrés, que recorrió con el alumnado y la profesora Belinda la zona de recreo de los animales y otros espacios acondicionados para la atención de los mismo, informa que “ahora tenemos 18 perros que atendemos en el centro, aparte de los animales que están en casas de familias que generosamente han ofrecido su hogar como lugar provisional de acogida”.
Águeda Cedrés y trabajadores del área que dirige compartieron información con el alumnado sobre la tenencia responsable de animales, cuidado y salud de las mascotas, valorando no solo la visita de los jóvenes, sino agradeciendo las donaciones de mantas, toallas y pienso que ellos mismo se encargaron de entregar. Chicos y chicas mimaron a los animales y hasta se divirtieron junto a Pupi y Oli, dos juguetones podencos que no paraban de correr y saltar.
“El Área de Bienestar Animal cuenta con el apoyo de un grupo de voluntarios que todos los días saca a pasear a los perros y ese gesto es muy importante tanto para la salud del animal como para su sociabilización porque luego se sienten mucho más a gusto e integrados cuando encuentran un hogar de acogida. El voluntariado también nos ayuda a buscar hogares de acogida dentro y fuera de Canarias”, explica la concejala.
El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, agradece públicamente el interés del CEO y la sensibilización sobre el bienestar animal a través de su clase de Atención Educativa, asignatura esta que aborda temáticas comunitarias y medioambientales.
En estas fechas navideñas y en cualquier época del año, antes de regalar una mascota, destaca Águeda Cedrés, “debemos constatar si la persona a quien entregamos la mascota está en disposición de ofrecer y compartir su hogar familiar, porque un animal no es un peluche, es un ser vivo que necesita atención”.
“Debemos constatar si la persona a quien entregamos la mascota está en disposición de ofrecer y compartir su hogar familiar, porque un animal no es un peluche"