La prestigiosa revista científica Behavioral Ecology ha escogido como portada el trabajo realizado por los Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria sobre la hubara canaria. En concreto, este estudio describe por primera vez las características de los lugares seleccionados por los machos de hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae) para realizar el cortejo y mantener la vegetación silvestre en las zonas no cultivadas para favorecer la reproducción de esta especie en peligro de extinción.
“Durante la estación reproductiva, los machos de hubara canaria se organizan en leks, es decir, agrupaciones de machos en un área determinada en la que cada uno se dispone a cierta distancia defendiendo un territorio. En ese territorio, que mantienen durante años, los machos realizan el cortejo a las hembras, el cual consiste en una serie de carreras en círculos disponiendo la cabeza hacia atrás para exhibir el exuberante plumaje blanco del pecho y el cuello”, explica Alberto Ucero, investigador del MNCN y autor principal del trabajo.
Utilizando un modelo digital de elevación de muy alta resolución basado en LIDAR y un censo completo de la población reproductora, analizaron los efectos de la visibilidad, la distribución de hembras y machos, el microhábitat y la distancia a infraestructuras humanas en la elección de zonas para el cortejo, comparando 98 lugares de exhibición con 98 lugares generados aleatoriamente.
Los análisis muestran que los machos se exhiben en lugares que aumentan su visibilidad tanto a corta como a larga distancia, de manera que desde los lugares seleccionados pueden ver una mayor superficie del terreno, tanto del entorno inmediato como de zonas más alejadas.
Ucero señala que “curiosamente, aunque el número de hembras y machos alrededor de los lugares de exhibición y los aleatorios no difiere, desde los lugares de exhibición los machos pueden ver más hembras y machos, tanto en el entorno próximo al lugar de exhibición como en zonas más alejadas.
A escala de microhábitat, la ausencia de vegetación y piedras es determinante, ya que permite a los machos realizar sus carreras de exhibición en un terreno libre de obstáculos que podrían producir lesiones. La cantidad de recursos tróficos no influye en la selección del lugar de exhibición, aunque una cubierta vegetal de matorrales es importante a una escala de hábitat más amplia.
Por último, los lugares de exhibición están alejados de fuentes de perturbación humana, como núcleos urbanos, edificios y caminos”.
Juan Carlos Alonso, también investigador del MNCN y director del proyecto, asegura que “para garantizar una protección adecuada de los lugares de exhibición de la hubara canaria, debería evitarse la construcción de nuevos caminos y plantearse la restricción del tráfico de vehículos en algunos de los ya existentes durante la estación de cría. Además, debería prohibirse la proliferación de edificaciones dispersas dentro del hábitat de la hubara y controlarse la expansión urbana.
Así se minimizarían las molestias a los machos durante la época reproductiva. En cuanto a la vegetación, debería mantenerse la cubierta vegetal actual de aulagas en las principales zonas de cría de la especie y reservar algunas zonas para uso exclusivo de las hubaras, regulando en ellas el pastoreo de cabras”.
Puede acceder al artículo completo a través del siguiente enlace: https://doi.org/10.1093/beheco/arac112