José Enrique Pérez, más conocido como Kike Pérez (38 años), soñó desde niño con vivir de hacer reír a la gente. Nació en Arrecife a mediados de los años ochenta y fue en Lanzarote donde le dieron el impulso para dedicar su vida a la comedia. Ahora en el momento más bonito de su carrera vuelve a su ciudad natal como pregonero de los carnavales de la capital conejera.
"Yo siempre me sentí profeta en mi tierra, siempre voy presumiendo de que cuando no me conocía nadie, cuando ni yo mismo confiaba en mí, tengo la fortuna y la alegría de que en Lanzarote me empujaron hacia arriba", explica Kike Pérez a La Voz.
Precisamente en la isla de los volcanes dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo y recibió los primeros halagos. Pérez, que no desaprovecha la oportunidad para soltar alguna broma, recuerda sus inicios: "Me dijeron algunos locos que había por aquí que de repente esto [el humor] es lo tuyo. Yo no sé el nivel de inconsciencia de la gente", recuerda.
"Soñé con hacer sentir un día a mucha gente lo que logramos ahora. Esa felicidad colectiva momentánea que ahora tenemos en los shows", narra el arrecifeño sobre sus deseos de niño. Así, recuerda que ya entonces le gustaba ser "el gracioso de la clase y el centro de atención".
A pesar de que su gusano por la comedia le perseguía desde niño, empujado por los cánones del sistema educativo, el cómico dejó en un segundo plano su amor por el humor durante algunos años. Kike Pérez, que nació en el seno de una familia humilde de Lanzarote, se embarcó en una profesión más habitual y se hizo maestro de Educación Física. "Todo se va tapando y todo el mundo decía que me buscara un trabajo normal", recuerda sobre sus comienzos.
De su trabajo como maestro, que dejó para dedicarse al mundo del espectáculo, mantiene un buen recuerdo. "Me ha ayudado también muchísimo y bueno, haber estudiado la carrera me ha dado cosas positivas. Incluso creo que en mis show también hay un punto de docencia", reflexiona.
En esta línea, asegura que no se imaginó una vida como la que tiene ahora, pero que sí soñó con vivir de esto muchas veces. "Si me imaginara todo lo que está sucediendo ahora, seguramente me llamarías loco, chulo o prepotente, pero sí es verdad que sueñas y que con el paso de los años, se han ido concretando en cosas muy muy bonitas", atestigua.
El humor en un mundo polarizado
Ya como un consolidado humorista y referente de la comedia en Canarias, Kike Pérez utiliza sus espectáculos como pequeñas píldoras de humor que regala a los asistentes. "Este año se ha declarado polarización como la palabra del año y en un mundo donde está tan candente la cancelación, la discusión, la crisis, nosotros o, por lo menos yo así me siento, seguimos siendo un pequeño reducto de tranquilidad", añade.
El cómico describe como un arma a su favor el poder hacer uso del humor frente al enfado. "Para que en la lucha de la gente que está enfadada unos con otros, tengamos la suerte de reír un ratito juntos", asegura. En el camino de llevar la felicidad momentánea a su público, el conejero tiene claro que "existen límites en el humor" y defiende que a la hora de hacer bromas sobre algo hay que tener en cuenta "qué se puede contar, dónde y de qué manera".
"La clave es intentar contar las cosas desde el punto de vista de abajo hacia arriba y también ver el contexto. Dependiendo de dónde estés se pueden contar las cosas o no", señala el humorista Kike Pérez.
Para el lanzaroteño "ser cómico y humorista no significa ser un inconsciente. Yo intento ser consciente del contexto en el que me manejo y mis chistes varían desde los chistes más negros hasta los chistes más blancos, dependiendo del público al que me dirija".
En la actualidad, combina sus espectáculos como humorista con campañas publicitarias, programas de televisión, cameos en el cine y sus primeros pasos en el mundo del teatro. Así pues, a comienzos de este año presentó su primera producción teatral musical, Negras. Esta obra musical narra las situaciones que afectaron a las personas negras entre los siglos XX y XXI a través de canciones que marcaron cada década.
"Creía que el racismo, el feminismo y todos los temas que aborda Negra no se habían abordado desde el punto de vista afromericano. Entonces intenté fantasear que desde aquí también podríamos hacer cosas que nos permitan irnos más allá", cuenta acerca de este trabajo.
Los últimos tres años de su vida han sido para Kike Pérez los más felices. "He tenido un montón de momentos felices, pero me quedo con los últimos tres años. - Espera un momento voy a estornudar, esto lo escribes entre paréntesis [achís]- Estamos haciendo una cosa muy loca que es llenar un pabellón completo de 3.000 y pico personas y es lo más parecido a lo que hablábamos antes del sueño".
"Me han pasado mil cosas bonitas pero pienso que llegar a esa idealización del sueño, que era la de poder tener a miles de personas yéndote a ver y llenando un estadio era un poco lo que se asemejaba a mi sueño", relata.
A ello se suma que el Ayuntamiento de Arrecife, su ciudad natal, ha contado con él para dar el pregón a los carnavales de su pueblo. "Siento un honor tremendo con orgullo de ser arrecifeño, porque siempre a uno le gusta que en su casa lo reconozcan y se acuerden de él. Como carnavalero y disfrutón de los carnavales de Arrecife va a ser un honor y una alegría estar ahí", narra Pérez.
En esta línea, el humorista manda un mensaje a los chinijos y chinijas que como él quieran cumplir un sueño fuera de lo habitual. "No se queden en el sueño, que lo intenten, que se prueben, que se formen y que vean mucho de lo que quieren hacer. Yo creo que eso es clave", aconseja.
Kike Pérez creció viendo a Javier Cansado y a Manolo Viera, que eran personas que ya habían cumplido el sueño que él quería cumplir. En este punto, resalta la importancia de manejar la frustración y de tener paciencia. "Yo creo que hoy en día vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido y que parece que las cosas se consiguen rápido y ningún sueño consigue rápido"
Sobre el 'Me too' en el cine canario
A comienzos de esta semana, la actriz Koset Quintana acusó al cineasta canario Armando Ravelo de acosarla sexualmente y ofrecerle alcohol y drogas cuando era menor. A su relato se sumaron el de otras actrices y actores que han trabajado con el director de cine en los últimos años.
La denuncia pública llevó a que Ravelo anunciara su marcha del cine. Kike Pérez actuó en la última película Armando Ravelo, Érase una vez en Canarias (2023). "Lo recibo con la tristeza que supone haber conocido a una persona y haber trabajado con ella, con quien mantuve una relación cordial de trabajo, normal y corriente y descubrir las trastiendas horribles siempre es una tristeza porque [ellas] son compañeras, son amigas, son personas que han sufrido este tipo de cosas horribles que no debería pasar nadie", apostilla.
"Es una decepción terrible y una tristeza que me parte el alma, sobre todo por eso, porque conoces a una persona en un ámbito y luego descubres que en otros ámbitos es mucho más oscuro y merece el repudio de todos", revela Kike Pérez.
Para concluir, resalta que "no me queda otra que sentir tristeza por él y darle todo el apoyo del mundo a todas las compañeras que han sufrido algún tipo de acoso o algún tipo de abuso de este tipo y ya te digo esta esta de aquí a la a la escucha y apoyando que esto no vuelva a suceder".