La Voz continúa recibiendo microrrelatos que competirán en la XIII edición de este certamen literario. En esta ocasión, el concurso homenajea al escritor canario Alexis Ravelo, fallecido el pasado 30 de enero. Como en anteriores ediciones, la extensión máxima de los relatos tendrá que ser de 100 palabras, incluido el título en el caso de que lo hubiere.
Un año más, los Centros Turísticos colaborarán con el certamen, cuyo plazo de participación se extenderá hasta el 31 de agosto.
Asimismo, todos los relatos tendrán el mismo título : “Un personaje pierde a su autor” y el mismo comienzo: “Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo...”
A partir de este comienzo los participantes deben imaginar la reacción de Eladio Monroy, protagonista de las seis novelas de la serie dedicada a las aventuras de este personaje, al conocer la muerte de su creador.
Cada autor podrá enviar un máximo de cinco relatos, que podrá firmar con pseudónimo, aunque deberá indicar siempre un nombre y un teléfono de contacto. Todos aquellos que deseen participar pueden enviar sus relatos a concursorelatos@lanzarotemedia.net.
Los relatos serán leídos en el espacio de "Lectura en la Radio" de Radio Lanzarote (90.7), y publicados en La Voz de Lanzarote. Tanto la publicación como la lectura estarán supeditadas a las disponibilidades de espacio y tiempo de ambos medios.
Del fallo del certamen, que se hará público en la segunda quincena de septiembre, se encargará un jurado formado por periodistas de Radio Lanzarote-Onda Cero y La Voz de Lanzarote, que elegirán tres relatos ganadores y siete finalistas.
El ganador del primer premio conseguirá una cena para dos personas en el restaurante del Castillo de San José, mientras que el segundo premio es una de las experiencias insólitas para dos personas de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. Por último, el tercer premio es una comida para dos personas en el restaurante del Monumento al Campesino. Todos los premios son para personas adultas.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
-Me levanto temprano y mi única penuria es decidir si prefiero el café con o sin azúcar. Hoy lo necesito, estoy un poco cansada.
Por mí, no cumpliría más años de los que ya tengo, ni envejecería. Me sentaría, a eso del caer la tarde, en mi cómodo sillón, con la luz de la lámpara de mesa y una copa de vino,… así es cómo se lee un buen libro. Retendría en mis pupilas agotadas las líneas …
-¿Quién es usted?- Pregunta Eladio molesto.- Se ha colado en mi historia.
-Cuánto lo siento, caballero.
-Perdone mi tono, señora.
-Señorita…
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Abrumado, pensó, pues tendré que ir al funeral del escritorzuelo. Es lo que hay que hacer cuando hay un muerto. Aunque un tipo duro como yo no esté afligido, todo ha sido tan rápido. En el peor momento, pues ya me gustaba ser ese “detective de estraperlo”. Ahora seguiré siendo el pensionista de la marina de pacotilla. ¡Vaya futuro el mío!
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Sintió cómo se se ahogaba, levantó la cabeza para coger aire y vio en la mesa del fondo a Pepe Carvallo sonriéndole tranquilizadoramente, trató de levantarse pero le fallaron las fuerzas, entonces notó en el hombro una mano firme, era Javier Falcón susurrándole “tranquilo Eladio, te estábamos esperando, no estás sólo, Ravelo nos avisó” ¡parecía un mal sueño!. Miró hacia la barra y reconoció en el camarero al despiadado Rogelio Tizón. ¡Estaban todos!
Comprendió que Alexis había partido, pero que su sitio estaba allí, rodeado de los mejores sabuesos, resolviendo casos para los lectores de Alexis. Sería su mejor homenaje.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
y ya no pudo continuar...justo él, el malote de turno, que se había dejado crecer el pelo, había cambiado sus pintas borrándose incluso su clásico tatuaje, había cambiado su visión con respecto al movimiento LGTBI, a la mujer, al aborto... acababa de perder a su mentor. Nadie supo cómo, pero cuando el camarero fue a cobrarle como siempre, el vaso del cortado sólo conservaba la borra del café, en la silla que había ocupado momentos antes, esparcidas...cenizas y la misma ropa con la que había entrado, dispuesta de manera desordenada, muy cerca de aquella mesa que ocupó por última vez.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
El café se quedó frio en la taza, con los ojos vidriosos y la mirada fija en el titular murmuró entre dientes, “Te lo dije, hazme mago o genio, y no te arrepentirás” pero solo me hiciste pensionista marinero, ahora tú, Padre… asimila tu equivocación.
Y dejo correr las lágrimas de sus ojos.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Eladio releyó la noticia, si Alexis había muerto él tendría que buscarse otro autor. Pero Alexis era su alter ego, habían compartido misterios y resuelto asesinatos, y se habían enamorado de la misma pelirroja a lo Barbara Stanwyck, la que se burlaba de
ambos augurando a Alexis una muerte temprana…como a sus personajes.
Un personaje pierde a su autor
Pensó en su orfandad, en que tendría que avisar a Rick e Ilsa de la pérdida. Nunca había hablado con el carismático Rick; Alexis no lo hubiera permitido.
Ahora Eladio se vengaría del autor, correría hacia Rick a decirle que esta vez sí se quedaría con la chica. Sabía que Alexis odiaba aquel final.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Contorneando los ojos, leyó detenidamente el artículo. “O sea, ahora huérfano…buen giro de los acontecimientos, sí señor, aunque, siendo sinceros, poco original, te diré que, igual que esta maldita presbicia, es lo normal a mi edad. De hecho, soy tan mayor que ya iba siendo hora de volar yo solo para hacer, por fin, lo que me dé la gana”. Alexis había hecho un buen trabajo, esa actitud de aparente frialdad era una impronta de la casa. En su honor, y para celebrarlo, compraría pan, chopped y litros de cerveza…como si no hubiera mañana.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
No podría creerlo. Primero se asustó, súbitamente se puso de pie y derramo el café. Después, se enfadó, pero no por el café, sino por la noticia, apretó los puños y mandíbula y maldijo al cielo. Por último, una inmensa pena le anegó completamente y no pudo disimular dos gruesas lagrimas que enturbiaron su historia.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Comprendió lo que ello implicaba. Siempre lo supo, el momento había llegado, pero no pensó que sería tan pronto, tan rápido. Se miró las manos y pudo percibir con claridad cómo se desvanecían. El fin había llegado, era cruel pero no dolía. Vio la luz y vio el túnel y le vio a Él, esperándole.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Eladio, releyó con lágrimas negras.
Se le acercó alguien con una litrona en la mano.
¡Coño, Fradejas! ¿Ya has salido de la cárcel?
No habían pruebas concluyentes … - articuló, dando un trago-
Verás... -prosiguió. -Sé que te preguntarás qué será de ti a partir de ahora- O, ¿por
qué no has desaparecido tú? En realidad, Alexis Ravelo era tu Creador, pero yo era quien escribí todas las novelas en que aparecías.
¡¡¡Nos habéis engañado a todos!!! -exclamó Eladio.
¡Mente fría, corazón caliente! ¡Alexis fue tu Creador, yo fui el Escritor y por encima de todo está Dios!
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Eladio musito una palabra que retuvo entre sus labios reprimidos. Dejo el dinero sobre la mesa para pagar el café. El camarero, desconcertado al ver el billete gordo iba a pedirle que regresara por el vuelto pero el hombre había traspasado la puerta. Afuera lloví. Entonces lloro, sin que se dieran cuenta que por su rostro corrían las lágrimas.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
No pude por menos que recordar.… “siempre nos quedará París”… y cuando muere un cuerpo, sucede esa misma noche en la cual su alma se desprende y vuelve a donde todo es energía.
Allí estaba yo, esperando ese instante. Tan sólo ver este proceso...… hizo que yo Eladio Monroy..… iniciase una nueva vida. Energía..… París me espera.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
-Ay maestro, ya sólo es cuestión de tiempo que algún "listillo" tenga la
feliz idea, para homenajearte supongo, de que cualquiera con un poco de imaginación pueda introducirse en mi piel, pasaré de ser el "tierno" galán de tus novelas, a estar fluctuando entre cientos de historias breves. Al final de la jornada acabaré extenuado, eso sí, como a alguien se le ocurra traerme un café, lo mato a hostias. Aunque todo lo daré por bien empleado si conseguimos, donde quiera que estés, entretenerte un ratito, como lo hiciste tu.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
Enumeraba el periódico las novelas del autor y describía los principales rasgos de Monroy. Este asintió de modo casi imperceptible al reconocerse en casi todos ellos, sintiendo cierto sonrojo al leer la mención a su modus vivendi, siempre nadando en las turbias aguas de la economía sumergida.
Eladio se dijo que, a diferencia de sus humanos creadores, los personajes novelescos son inmortales. Y con su proverbial templanza, se dispuso a disfrutar de una jornada más de su vida eterna. A buen seguro sería más entretenida que la de Guk, el desdichado camello del cuento de su admirado Cortázar.
Un personaje pierde a su autor
Eladio Monroy entró, como casi siempre, a las doce, en el bar Casablanca. Pidió un cortado y se sentó a leer el periódico. En la portada estaba la noticia: Ha muerto a los 51 años el escritor Alexis Ravelo…
“Debe de ser un sueño pues ayer mismo estábamos juntos”, pensó para sus adentros. Sin mediar palabra dejó el cortado, salió del bar y se adentró en el mar. Aprovechó una ola, se envolvió en ella y se fue con ella. Era difícil superar la muerte de su gran amigo y hermano.