El qué, cómo, cuándo, dónde y por qué de la vida de los aborígenes siempre ha despertado muchas dudas a los expertos. El catedrático de Historia de la Universidad de La Laguna, Antonio Macías, publicó hace unos meses su libro Los aborígenes canarios. Tres milenios de Historia. En él hace un repaso por la historia de los primeros pobladores de Canarias y donde, sobre todo, desmiente ciertas teorías extendidas sobre la vida de los antiguos canarios.
Su libro ha despertado una diversidad de opiniones muy amplia al desmontar hechos que muchos arqueólogos e historiadores han asegurado durante décadas. Uno de esos ejemplos es la de que los antiguos pobladores no sabían navegar. Sin embargo, bajo el punto de vista del historiador, esto no es así. "Los arqueólogos se basan en que no han encontrado ningún artilugio náutico en los yacimientos canarios que demuestren que navegaban, lo que demuestra una gran ignorancia", declara.
"Que se le niegue a los pobladores canarios su capacidad innovadora y creativa es muy grave porque, en cambio, no se le niega a otras culturas como las del Mediterráneo", explica el escritor del libro.
Uno de los aspectos que no se ha tenido en cuenta, según Macías, es el hecho de que "los aborígenes canarios no eran pobladores, sino colonos". El experto asegura que los primeros asentamientos datan del "año 1.500 antes de Cristo". Para concretar la procedencia hay que investigar todas las aristas, como comprobar la causalidad de su movilidad, por qué se marcharon, de dónde, cuándo y cómo colonizaron el archipiélago", explica el historiador.
La afirmación de que los antiguos canarios eran pobladores es "un disparate", según Macías. "Los aborígenes tuvieron que traer consigo un capital, una cultura y unas costumbres para que su proyecto de vida pudiera ser viable", asegura el catdrático. Además, también hay pruebas de que a las Islas trajeron ganado menor como las cabras.
Por otra parte, Antonio Macías también hace hincapié en la forma en la que se dan hechos por sentado. Los asentamientos humanos siempre se construían en tierras fértiles que permitían a los aborígenes sobrevivir. "Si se encuentra un hueso en una tierra que no es fértil, es imposible que ese lugar sea el primer poblado", argumenta. El historiador califica de "aberración" estas afirmaciones que se dan sin basarse en todas las variantes que existen.
Lo que destaca el experto es el hecho de "negar la capacidad creativa que tenían los antiguos pobladores canarios". Y es que ese error de no tener una visión más amplia sobre los factores que influyeron en la forma de vida de los aborígenes es algo común que algunos expertos han mantenido durante años.
Sabían de la existencia del Archipiélago
En cuanto a su procedencia, Macías mantiene que provenían del ámbito desértico del Sáhara Occidental. Asimismo, "los habitantes de esa zona de África conocían perfectamente la existencia de las islas, de un territorio más allá del horizonte, y lo sabían gracias a la información que les otorgaba la naturaleza", indica.
Un claro ejemplo son las aves migratorias que cruzan el canal entre el continenete africano y Canarias. "Solo hay que preguntarle a los campesinos de Lanzarote o de Fuerteventura para que te digan cuáles son los pájaros, que uno de ellos es el conocido como pájaro moro", explica.
Por otro lado, para conocer correctamente todos los detalles de cómo era la vida de los aborígenes, Macías comenta que "las mejores tierras fueron ocupados por los europeos y los yacimientos en las tierras más fértiles también, por lo que ya no hay rastro de su presencia", argumenta.
Otro de los puntos que se ha extendido sobre la historia aborigen de Canarias es la característica de que los antiguos pobladores canarios eran guerreros y de que luchaban entre sí. El catedrático se desvincula de esta idea argumentando que "si se ha encontrado algún cráneo con una señal de violencia, no quiere decir que fueran guerreros porque no está la representatividad estadística ni el muestreo preciso para decir que eran guerreros cuando toda la información dice que las luchas entre ellos eran juegos simbólicos como la lucha canaria", asegura.
A pesar de que los europeos arrasaron con la población de las islas y con su cultura, "hoy en día ha quedado un legado aunque con un contorno difuso", comenta Macías.
Lanzarote, el inicio de la colonización
En lo que respecta a Lanzarote, la isla cuenta con cientos de yacimientos arqueológicos que a lo largo de los años han ayudado a descubrir su pasado aborigen. Pablo Atoche, profesor y catedrático de Geografía e Historia de la Universidad de Las Palmas trabaja, junto a su equipo, en uno de estos yacimientos de Lanzarote. En concreto, en el de Buenavista, situado en Tiagua.
Hace varias décadas, un equipo de la Universidad de Las Palmas inició un proyecto general de estudio para conocer cómo se había colonizado el Archipiélago. "Nos centramos en Lanzarote porque por su ubicación podía aportar los datos sobre ese proceso porque pensábamos que la colonización se había iniciado por esta isla", explica Atoche. A lo largo de los años, el equipo ha trabajado en siete yacimientos de la isla, aunque actualmente solo trabajan en dos, en El Bebedero y en el de Buenavista.
En Lanzarote, el profesor y el resto de arqueólogos han encontrado restos con las fechas de carbono-14 más antiguas de Canarias en el yacimiento de Buenavista. Por su parte, en el de Bebedero "se han descubierto ánforas romanas cuyo contenido lo había consumido la población indígena", cuenta el catedrático.
Además, hace años, realizaron un estudio sobre la carga genética de las cabras arqueológicas de toda Canarias. "Se demostró que las cabras de Lanzarote, por su mayor carga genética, que todos estos animales del Archipiélago habían sido introducidas por esta isla y, a partir de ahí, se fueron llevando al resto de Canarias", explica. Este ejemplo confirma que la isla se colonizó antes que el resto.
Pese a que Zonzamas es el yacimiento más conocido de Lanzarote, la realidad es que es un asentamiento muy reciente, ya que "no son anteriores a los años 3, 4 o 5 después de Cristo, lo que suponen 1.500 años después de los primeros asentamientos en Canarias", aclara Atoche.
Para Pablo Atoche, el yacimiento más importante y qué más información ha revelado es el de La Villa de Teguise. "Su nombre en el siglo XV era "La Gran Aldea", pero lo que ocurrió es que sobre esta gran población aborigen se fundó La Villa", comenta el profesor. Esto hizo que se perdiera gran parte del legado aborigen en esta zona, por lo que no es tan conocido por la población como Zonzamas.
Sin duda, las pruebas demuestran que en Lanzarote se inició la historia aborigen de Canarias y que la información que se ha difundido a lo largo de los años quizás no haya sido del todo cierta. Solo los pobladores canarios, o mejor dicho, los colonos, conocían la verdad absoluta de una historia que sigue originando dudas y certezas a partes iguales.