Tu Voz

Un vecino de la calle José Antonio se queja del ruido de las discotecas y denuncia "la desidia" del Ayuntamiento

"Un ejemplo de cómo los políticos e instituciones gubernamentales apoyan a las empresas en detrimento de los vecinos y ciudadanos lo tenemos en Arrecife en las calles Jose Antonio, Coronel Benz, Igualdad y la ...

Un vecino de la calle José Antonio se queja del ruido de las discotecas y denuncia "la desidia" del Ayuntamiento

"Un ejemplo de cómo los políticos e instituciones gubernamentales apoyan a las empresas en detrimento de los vecinos y ciudadanos lo tenemos en Arrecife en las calles Jose Antonio, Coronel Benz, Igualdad y la zona del Almacén, por poner algunos ejemplos", comienza señalando este vecino, que afirma que los residentes de estas calles sufren las discotecas y pubs "desde hace muchos años".

"¿Por qué? Porque las discotecas no cumplen la normativa: No están bien insonorizadas, no respetan los horarios de cierre, algunas no tienen la doble puerta y, aunque las tengan, las mantienen abiertas toda la noche" denuncia este vecino. Por otro lado, señala también que "las calles se llenan de gente haciendo escándalo, peleándose, orinando en las esquinas y en las mismas puertas de las viviendas, vomitando y también destrozando coches, ventanas, escaparates de tiendas y mobiliario urbano".

"Se supone que existe una normativa para las discotecas, y que si hay alguien haciendo escándalo por la noche, la Policía Local debe multarle e incluso detenerle si continúa haciéndolo. Pero la realidad es que ni se cumple la normativa ni la Policía Local multa a los escandalosos", lamenta este vecino.

Este hombre explica que "una buena insonorización para un local de unos 50 metros cuesta alrededor de 30.000 euros". "Ése es un dinero que los empresarios no quieren gastarse, prefieren no insonorizar como es debido y joder a todos los vecinos que hay alrededor sin dejarles dormir por la noche", señala indignado.

Ruido y escándalo

Este vecino de la calle José Antonio explica que "la música del interior de los locales se transmite por los materiales sólidos hasta los dormitorios, pasa por paredes, techos suelos y hasta por la calle". En este sentido, pone un ejemplo: "Yo vivo a unos 30 metros de una discoteca. Hay dos edificios en medio y en mi casa se escuchan los sonidos graves de la música. Aunque no me molesta, pero sí a los que viven más cerca. Lo sé porque abren los primeros por la tarde, a las 20.00 horas más o menos, y a esa hora no hay más discotecas abiertas", señala.

Este hombre asegura que, ante esta situación, algunos vecinos han ido a quejarse al Ayuntamiento. "Pero resulta que estos empresarios de la noche tienen carta blanca para hacer absolutamente lo que les dé la gana. Tienen todo el apoyo del Ayuntamiento y la Policía Local", asegura.

"Hubo una época en la que el propio Ayuntamiento promocionaba el salir de fiesta por la zona, a pesar de que desde el principio los vecinos se quejaban. Y la Policía Local lo que ha hecho muchas veces es cerrar la calle al tráfico para que la gente pueda explayarse en ella, en lugar de desalojar y multar a los que hacen escándalo, que es lo que deben hacer. Así pues, las calles se convierten en una extensión de la pista de baile", se queja.

Por ello, asegura que los vecinos están "indignados" y "hartos" de esta situación. "El Ayuntamiento de Arrecife deja que unos pocos empresarios ganen dinero a costa del sufrimiento de muchos residentes. Residentes que tenemos que aguantar el no dormir los fines de semana y vísperas de festivo, que nos encontramos meadas y vómitos en la misma puerta de casa y que nos encontramos el coche y las ventanas con golpes", señala.

Además, este vecino expone otra queja: "Y encima muchos de estos empresarios no son de la isla. La mayoría son extranjeros (o cuando menos no de Canarias)", manifiesta este lector, que quiere dejar claro que no pretende "ser xenófobo", pero sí señalar que "esto ocurre". "Aunque el origen de cada uno tampoco importa, porque los que tienen que controlar este descontrol son de aquí, pero parecen estar al servicio del dinero, o de la empresa, como se quiera decir. Poderoso caballero Don Dinero, da igual de donde venga", precisa.

Sancionar a los locales

A este vecino se le ocurre una solución muy fácil para este problema: "Habría que sancionar cada semana a los locales que no cumplen (y por supuesto haciendo efectivas las sanciones), poniendo a varios policías locales patrullando todas esas calles controlando el botellón y multando a los que hacen escándalo".

Sin embargo, según señala, esto "no se hace, porque los dueños de las discotecas necesitan que la fiesta esté no solo dentro de los locales sino también fuera, que toda la zona sea un disparate". "Si no, el negocio no es rentable. Un negocio basado en el sufrimiento de los vecinos y comerciantes", concluye en su escrito a La Voz.