Quería enseñarle a un amigo extranjero el bosquecillo de Haría, en el Risco de Famara, pero asegura que lo que se encontró fue "la más pura ruina". Juan Reyes ha escrito a La Voz para denunciar que las mesas y los bancos de este privilegiado lugar, con grandes vistas, "están rotos", al igual que los muros "que se han derrumbado".
La destrucción de los muros, además, conlleva un serio riesgo. "Es una caída libre hacia el Risco", ha indicado. Reyes ha lamentado que un "sitio tan bonito esté dejado de la mano del alcalde de Haría".
Por ello, este lector afirma que siente "vegüenza" y no entiende qué se quiere vender a los turistas cuando lugares como el bosquecillo están destrozados. "No vendamos humo, por Dios".