Opinión

Y el Gobierno se cayó del guindo...

Nos escriben estimados lectores de la isla de Tenerife para que transmitamos la indignación y la impotencia que sienten después de llevar varios días sin luz, sin agua -en muchos supermercados se ha acabado el agua embotellada ...


Nos escriben estimados lectores de la isla de Tenerife para que transmitamos la indignación y la impotencia que sienten después de llevar varios días sin luz, sin agua -en muchos supermercados se ha acabado el agua embotellada ...

Nos escriben estimados lectores de la isla de Tenerife para que transmitamos la indignación y la impotencia que sienten después de llevar varios días sin luz, sin agua -en muchos supermercados se ha acabado el agua embotellada también- y sin cobertura de teléfono en muchas zonas, sufriendo una auténtica pesadilla que se incrementa todavía más en los casos en los que los destrozos del tremendo temporal que hemos padecido tienen compleja solución.

Hemos transmitido a nuestros lectores de las islas más afectadas por el Delta nuestra absoluta solidaridad, y desde aquí aprovechamos para sumarnos a su indignación. Es imposible que un temporal como el Delta, por muy temporal que sea -algunos prefieren llamarlo tormenta tropical-, haya convertido a varias islas en parte del tercer mundo, de ese en el que por desgracia los bienes de primera necesidad son un lujo al alcance de unos pocos.

¿Cómo es posible que la empresa Unelco diga que no tenía cobertura para una situación de estas características, cómo es posible que se tengan que estar utilizando aviones Hércules del ejército para traer el material de una empresa privada que se lleva millones de euros cada año de los canarios?

Hay razones más que suficientes para la indignación, aunque bien es cierto que en una isla como Lanzarote se lleva tiempo advirtiendo de la precariedad del servicio de Unelco-Endesa. De hecho, y aquí hemos sido los primeros en apoyarlo, existe una demanda social y política para que de una vez por todas se sancione a la multinacional por los constantes apagones que sin previo aviso se producen en la parte más oriental del Archipiélago. Ahora, después de la tormenta, parece que el Gobierno regional se ha caído del guindo. Nunca es tarde si la dicha llega.

El Consejo de Gobierno de Canarias acordó este jueves abrir un expediente informativo a la empresa Unelco-Endesa para investigar sus "posibles" responsabilidades sobre la tardanza en la reposición del suministro eléctrico en Tenerife. Así lo anunció el presidente del Gobierno canario, Adán Martín, quien indicó que Unelco-Endesa ha informado al Ejecutivo de que ha repuesto un cable de 66 kilovoltios de la central de Caletillas que dejó fuera de servicio la tormenta tropical Delta, lo que permitirá reponer este viernes el suministro eléctrico del área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, así como en Tegueste.

Lo más llamativo del caso es que se hable de "posible responsabilidad", cuando es imposible pensar que algo sea tan claro como la responsabilidad que tiene Unelco en que los tinerfeños lleven varios días sin luz. ¿Esa sanción va a servir para compensar el tremendo trastorno que están sufriendo miles de hogares canarios? Pues no, pero a lo mejor es suficiente para que se inicie una reacción por parte de esta compañía.

Ya dijimos en su momento, cuando la guerra se desató aquí, que en la época en la que Jordi Pujol era presidente de la Generalidad de Cataluña se impuso una ejemplar sanción a Endesa que terminó para siempre con los problemas de esa zona. Aquí, como siempre vamos con el pie cambiado, seguimos siendo indolentes frente al abuso. Y en este caso no sirve de excusa el Delta ni el Épsilon ni cualquier otra letra del alfabeto griego. Una sociedad moderna, y la española presume de serlo, tiene que estar preparada para este tipo de adversidades.