Cuando el sector turístico empezaba a evidenciar cada vez más su preocupación por la pérdida de competitividad de Lanzarote como destino, la nueva visita de José Luis Rodríguez Zapatero a la isla se ha convertido sin duda ...
Cuando el sector turístico empezaba a evidenciar cada vez más su preocupación por la pérdida de competitividad de Lanzarote como destino, la nueva visita de José Luis Rodríguez Zapatero a la isla se ha convertido sin duda en una inyección que cualquier zona turística de España envidiaría.
Porque por más que las vacaciones del presidente no han estado exentas de polémica, lo cierto es que Lanzarote tiene poco que perder y mucho que ganar con esta visita. Sobre todo porque ya no es un hecho esporádico o aislado, sino que parece confirmarse que ZP ya ha elegido esta isla como destino preferente para sus vacaciones.
Y nos guste o no, nos sorprenda o no, lo cierto es que eso termina convirtiéndose en una importante campaña de marketing gratuita para la isla. Por un lado, porque Lanzarote ha aparecido y seguirá apareciendo durante este mes en los medios de comunicación de todo el país e incluso del extranjero, y por otro porque también hay quienes se dejan llevar e influir por las preferencias vacacionales de aquellos a los que están acostumbrados a ver en la televisión: ya sea el presidente del Gobierno de España, el último actor de moda o la reina de la prensa del corazón.
Por eso, la polémica que se ha desatado sobre si Zapatero y familia han venido o no acompañados de un séquito de cocineros tiene mucha menos importancia para esta isla de lo que a algunos les pueda parecer. Es cierto que sería mejor que el presidente se dejara ver en un restaurante de la isla, o que disfrutara en la residencia real de La Mareta de un catering preparado por cocineros lanzaroteños. Como también sería mejor que estos días se pasara por la vendimia que ya ha comenzado, e incluso que brindara públicamente con un caldo conejero (algo que sin duda daría un empujón importante a este sector, y que no le vendría nada mal), o que degustará unas papas arrugadas aderezadas con buen mojo. Pero todo eso serían valores agregados a una visita que en sí misma, ya beneficia a Lanzarote.
Así que tanto si es cierta la versión oficial de que sólo ha traído un cocinero, como si es real que no degustará siquiera la cocina isleña, lo cierto es que su visita sigue siendo positiva. Puede que no para los españoles que consideran que el presidente debería costearse sus vacaciones de su propio bolsillo, y no ocupando la residencia real y medios oficiales, pero sí para los lanzaroteños que viven del turismo, y que ven en esta visita un importante reclamo para futuros visitantes.
Y sin duda estas nuevas vacaciones presidenciales también serán más que beneficiosas para el socialismo insular, que ya piensa en un gran acto para sacar provecho a la nueva visita de José Luis Rodríguez Zapatero. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y por más que ZP tenga sus detractores, lo cierto es que contar con su presencia en la isla podrá servir para sumar puntos en la cita con las urnas. Y más aún si consiguen arrancarle, como pretenden, un gran mitin multitudinario o incluso algún compromiso con Lanzarote.
Los ecos de lo que está gastando el Estado en estas vacaciones, o de lo que invirtió la primerísima dama Sonsoles Espinosa en remodelar La Mareta seguirán sonando e indignando a muchos, pero lo concreto es la presencia de Zapatero puede ser una gran vitamina para el sector turístico de la isla, y quizá para algo más. De momento, Lanzarote está hoy en boca de muchísimos españoles y está en el epicentro de la actualidad nacional, lo que no es poco, ni desde luego habitual.