Que el Plan Director del Aeropuerto de Lanzarote recoja la ampliación de la pista del aeropuerto insular no significa que se vayan a acometer las obras el próximo año, pero sí garantizaría que la isla no tenga que esperar otros 20 años para poner este debate sobre la mesa. Y es que 20 años son demasiados años para una pista internacional que ya nació pequeña.
La pista del aeropuerto de Lanzarote, con 2.400 metros, es la más pequeña de su categoría en España. Los 15 primeros aeropuertos del país, según tráfico de pasajeros, tienen pistas más largas. Lanzarote ocupa el octavo o noveno lugar de esta lista, según año y temporada, por lo que podemos afirmar que el aeropuerto de Lanzarote está muy por debajo de otros aeropuertos menores en cuanto a infraestructuras.
Es, además, uno de los diez únicos aeropuertos rentables del país, esto significa que de entre toda la red aeroportuaria, el nuestro es uno de los pocos que arroja grandes beneficios y con esos beneficios se ha estado invirtiendo en aeropuertos no rentables que tienen además otras vías de comunicación alternativas.
Lanzarote lleva 16 años pidiendo que se contemple una mejora de infraestructuras en su Plan Director, pendiente de aprobación desde el año 2008. El aeropuerto insular es la principal vía de comunicación para personas y mercancías dada su condición de insularidad y constituye el eje básico de nuestra economía.
La ampliación de esta infraestructura no es para traer más turistas sino para mejorar la operatividad del aeropuerto, cumplir la normativa vigente y ganar en calidad medioambiental y competitividad.
Actualmente algunos vuelos con una duración en torno a cuatro horas y según las condiciones meteorológicas, se ven obligados a hacer escala porque no pueden repostar todo el combustible necesario para el trayecto completo. Esto responde a unas tablas de cumplimiento obligatorio que relaciona directamente el peso con las características de la pista. Y seamos sinceros, usted cuando compra un billete de avión, ¿qué prefiere, hacer un vuelo directo o con escalas?
Las escalas son molestas, encarecen los costes de las operaciones por el aumento de tasas aeroportuarias, suponen un mayor gasto de combustible y no parecen tener mucha justificación en vuelos de cuatro horas. El problema con el peso se debe a la escasa longitud de la pista y a los obstáculos naturales existentes, que no permiten una operativa convencional. Hay momentos concretos en que la limitación de la pista impide cargar la mercancía fresca que se exporta con los consiguientes perjuicios económicos para la industria de productos frescos como es el caso del pescado.
Instituciones públicas y empresariales lanzan una reivindicación consensuada: no cabe más dilación, es de justicia y no hay más excusas para que se atienda esta necesidad. Nos lo merecemos aunque sólo sea por la rentabilidad que generamos.