El mundo se nos va de las manos, el cambio climático que estamos propiciando de forma torpe o por actuaciones no ajustadas a los intereses generales de la población, nos está empezando a pasar factura, y esto, ...
El mundo se nos va de las manos, el cambio climático que estamos propiciando de forma torpe o por actuaciones no ajustadas a los intereses generales de la población, nos está empezando a pasar factura, y esto, desgraciadamente, no tiene marcha atrás. Ante la inexistencia a corto plazo de otros mundos de repuesto en donde poder vivir, sólo nos queda exigirles a las clases políticas dirigentes actuaciones congruentes, aunque se alejen de los intereses empresariales o de los particulares de algunos privilegiados.
El proyecto del puerto de Granadilla es un ejemplo más del exiguo sentido común o de los oscuros fines perseguidos por nuestrosgobernantes. Se trata de una obra innecesaria y tremendamente devastadora que, de llevarse a cabo, nos pasaría una negativa factura, aportando unos granitos de arena más a ese cambio climático no deseado que se nos está viniendo encima para nuestra desgracia. La ciudadanía tinerfeña ha hecha mucho para impedir esta barbarie, pero no ha contado con el apoyo del poder político, sí de algunos políticos honestos pero huérfanos de poder, que no han podido sumar sus fuerzas para decantar la balanza al ese lado congruente y limpio al que me refería.
¿Hay culpables con nombres y apellidos que han contribuido de forma significativa a sacar adelante este disparate?, los hay y muchos. Dejando a un lado a esos listos y poderosos empresarios con intereses en las obras a ejecutar o en los terrenos aledaños, porque, si bien está en sus manos el poder de presión, no lo está el de decisión, son los políticos los verdaderos culpables de este desaguisado. Unos por actuaciones directas y otros por mirar hacia otro lado, admitiendo como buenas flagrantes mentiras que se han aportado a este proyecto, para que la Unión Europea lo considerara de interés público de primer orden.
De estas mentiras aportadas buscando que la Comisión Europea le diera el visto bueno, se me ocurre alguna que le debería poner la cara colorada a más de uno, pero ya ven, se trata de imponer el rechazable "todo vale" en política. Debo referirme, por ejemplo, a la alegada inexistencia de canteras en las proximidades del lugar por donde el Puerto de Santa Cruz, alternativa al de Granadilla, debe crecer sin molestar a la ciudadanía, por la dársena de pesca. Pues bien, existe más de una cantera y a tiro de piedra, eso si se pretendían utilizar para el pelotazo de la marina privada de Forum Filatélico pero se negaban para una obra pública y de interés general.
Y eso se plantea de esta forma nada menos que a la propia Comisión Europea, al igual que otros vergonzosos y no menos mentirosos argumentos, como, por ejemplo, el impacto negativo sobre esos habitantes de Santa Cruz hartos de obras interminables como las del tranvía, cuando el recinto portuario tiene su propio viario y las obras no molestarían a nadie. O el alegado desequilibrio norte-sur del sistema de transporte de la Isla, que realmente sería al contrario. Un sarta de mentiras y disparates que no se creen ni ellos mismos, pero con los que han pretendido confundir y lo han conseguido.
Muy por encima de las culpas de los políticos, interesadas o no, están las de los Técnicos que finalmente le han dado el visto bueno al proyecto, aún conociendo queserá tremendamente devastador y que posee alternativas viables y suficientes, tal y como ordena la Legislación Europea en materia de Medio Ambiente. Yo personalmente confié hasta el último momento en su Comisario, en el señor Stavros Dimas, al igual que lo hicieron miles y miles de personas más.
No me vale ahora que algunos me hablen del poder de los Lobbys, ni de Bases de la OTAN, ni de otras supra-justificaciones. En nuestra desconfianza en la clase política, confiábamos plenamente en una decisión congruente, sin trasfondos y ajustada a derecho de esos Técnicos Europeos que ya habían anticipado las múltiples afecciones negativas que ese proyecto, de ejecutarse, le ocasionaría a un Lugar incluido en la Red Natura 2000. Esta ha sido realmente nuestra gran decepción.
El Señor DIMAS es conocedor de todo lo malo y grave que hay detrás de este proyecto. Conoce igualmente todo en relación con las medidas correctoras y compensatorias que no se han ejecutado, y que, a lo mejor, no conseguirían los efectos perseguidos, por lo tendría que abortarse el proyecto de forma definitiva. Es perfectamente conocedor también, de toda la corrupción que está aflorando en las Islas y de las personas que está salpicando en muy estrecha relación con este innecesario, devastador y técnicamente desaconsejable proyecto. Esperemos que ante todo lo que esta pasando y por la más necesaria que nunca conservación del Medio Ambiente, nuestra gran decepción, el Comisario Stavros Dimas, dé el portazo que proceda y pare esta BARBARIE, ahora en el que a algunos les afloran las prisas de forma ilegal y muy sospechosa.
*Cándido Quintana
Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz y Vocal del Patronato de Espacios Naturales de la Isla de Tenerife